Nicolás Sarkozy y Barack Hussein Obama organizaron una guerra en Libia para derrocar a Gadafi. Que Gadafi no era un santo era obvio. Pero que la guerra que estaban organizando estos dos personajes con todas sus comparsas en el norte de África, en el quilombo de la «primavera árabe», también. Una vez más, fue peor el remedio de la enfermedad, y la poca contención que había frente a los Hermanos Musulmanes y demás fanáticos se quebró.
Eso sí: Obama fue flamante premio Nobel de la paz, y de paso, expulsó a unos cuantos millones de inmigrantes sin que nuestros campeones de la moral y la solidaridad protestasen. Los progres, postmodernos y oenegeros omnipresentes.
Y Sarkozy no era progre en teoría… (je…) Pero como es francés, y a la progrez ibérica le fascina todo lo que venga de aquella república colonial…
Y Gadafi estaba reconocido por la Internacional Socialista; que ciertos datos suelen pasar muy desapercibidos, casualmente…
A día de hoy, Libia es un mercado de esclavos negros controlado por los musulmanes, ya sean bereberes, árabes o turcos. Sí, porque con Erdogan, parece que tenemos Imperio Otomano redivivo. Y nuestros omnipresentes progres postmodernos oenegeros no dicen esta boca es mía. La culpa de todo la tiene el hombre blanco y el cristianismo; lo demás siempre se puede camuflar o callar.
Sí que son eficaces los negreros del siglo XXI.
Total, tan modernos somos que estamos en una situación similar a antes de la abolición de la esclavitud. Bueno, recordemos que los británicos patrocinaron la abolición de la esclavitud de los negros para promocionar la de los chinos, a los que pagaban miseria y opio.
¡Viva el progreso!
*Recuérdese: