Ley de nietos: ¿Quién dijo que todo está perdido?

Gracias a la voluntad de Ana Belén Vázquez, secretaria de Exteriores del Partido Popular, la Comisión de Leyes del Congreso español, escuchará el próximo martes 19 de febrero la ponencia sobre la ‘Proposición de Ley en materia de concesión de la nacionalidad española a los descendientes nacidos en el extranjero de progenitores españoles’. Sin embargo, como se sabe, quedan apenas dos semanas antes de que el gobierno de Pedro Sánchez publique el decreto que disolverá las Cortes Generales. A partir de la publicación del mismo en el Boletín Oficial (BO), todas las leyes en trámite quedarán “decaídas”, o sea, muertas y enterradas.

Entonces ¿cuáles son las posibilidades reales de sacar adelante esta ley antes de que todo se acabe? Pues escasas, no nos engañemos. La Sra. Belén quiere creer que todavía hay tiempo, y así lo ha escrito en un mensaje de twiter, respondiendo a los descendientes de españoles en Argentina.

Los seguidores de Vázquez han agradecido a la congresista recordándole lo apretado del calendario, sin olvidar recordarle en el hilo de la conversación, que fue su partido el que rechazó una propuesta de Foro Asturias el pasado año, redactada en los mismos términos que la presente ley. Dando a entender con esto que la política estaba mareando la perdiz, pues los descendientes sabían que durante 6 años de reino absoluto de su partido sobre las instituciones del Estado nada se hizo para legislar en este sentido. Es más, ha sido precisamente durante el gobierno de Rajoy, que se han endurecido las políticas para acceder a la nacionalidad, y se han impuesto requerimientos consulares que violan el espíritu de la ley 52/7; al punto que, en el consulado de España en Cuba más de 70 mil expedientes siguen sin tratar 10 años después de promulgada la Ley de Memoria Histórica.

En cierto que la Sra. Vázquez representa al a la nueva generación del Partido Popular, y que ella no tiene la culpa de lo ocurrido antes de ocuparse de ese espinoso dosier. No obstante, convendría un poco de decencia en este asunto. Los españoles del exterior no podemos confiar nuevamente en el Partido Popular hasta que esta formación pida disculpas por su actitud pasada. Pero esto no es suficiente. El Sr. Casado debería inscribir en el programa electoral su compromiso inequívoco con la emigración, fijando tras llegar a la Moncloa en el plazo de un año, una reforma del Código Civil y de acceso a la nacionalidad. Este ejemplo, debería ser seguido por todas las formaciones políticas, con el objetivo de obtener antes de las elecciones generales el consenso necesario para conseguirlo.

Hace falta un milagro para que el martes esté listo el “Dictamen” que exige el procedimiento legislativo en este paso. Más aún, cuando sabemos la “guerra de guerrillas” que le ha declarado el texto de ley el Partido Socialista, pero imaginemos a la Sra. Vázquez y a su ayudante María de Jesús Moro, dispuestas a pasar la noche, arañando si es preciso a sus colegas hasta tenerlo listo. ¿Qué pasará entonces?

Para responder a esta pregunta hay que recordar que, en el caso preciso de esta proposición de ley, la Comisión de Justicia tiene “competencia legislativa plena”, o sea que una vez conseguido el “Dictamen”, el texto no necesita ser aprobado por el Pleno del Congreso según establece el artículo 148 del Reglamento, sino que pasaría directamente al Senado para su ratificación. Lo cual podría producirse rápidamente si la senadora Sara Vilá, también comprometida personalmente con el texto, consigue inscribir su validación la semana próxima en la Cámara alta. En ese caso, tras su publicación en el BO, tendríamos ley.

Como hemos venido diciendo el tiempo aprieta, pero Ana Vázquez tiene razón, todo no está perdido aún. Es curioso que la senadora Vilá y Eduardo Velázquez ya estén pensando en la próxima legislatura cuando legalmente todavía hay esperanzas. En cualquier caso, podemos pensar que ambos muchachos, han hecho los deberes y se han estudiado el reglamento, además de disponer de una información privilegiada: que el PSOE piensa aplicar el artículo 149, que estipula que, aun en el caso de la “competencia legislativa plena, el Pleno de la Cámara podrá «podrá recabar para sí la deliberación y votación final de los proyectos y proposiciones de ley», una jugarreta final de los socialistas dispuestos a todo para torpedear la proposición de ley de nacionalidad.

En cualquier caso, todavía quedan dos semanas por delante y sabemos que la historia pende a veces de un hilo.

Seguiremos informando.

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