“Cuba no es un país que tiene un sistema de partido como el nuestro, pero hay que reconocer que en la práctica ha conseguido unos progresos en materia de sanidad y educación que para sí los quisieran muchos países de su entorno”, aseguró el Ministro de exteriores español esta tarde en el Senado.
Borrell confía en una «nueva etapa» en las relaciones con Cuba y dice
que no es el único «régimen autoritario»
MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) –
El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, ha
afirmado este martes que confía en que la próxima visita del presidente
del Gobierno, Pedro Sánchez, a Cuba, sirva para abrir «una nueva etapa»
en las relaciones entre los dos países y «pasar página» sobre la extinta
Posición Común de la UE que, a su juicio, ha hecho «mucho daño a las
relaciones entre España y Cuba».
En una comparecencia en la Comisión de Asuntos Iberoamericanos del
Senado, el ministro ha terminado por definir a Cuba como «régimen
autoritario», pero ha recalcado que no es «el único». Ello después de
decir que Cuba «no tiene un sistema de partidos» pero sí grandes
progresos en sanidad y educación, y que está por ver en qué queda la
nueva Constitución cubana que está teniendo «gran participación ciudadana».
Sus palabras han sido recibidas con ironía por parte del ‘popular’
Dionisio García Carnero, que le ha reconocido su «brillantez» para usar
eufemismos con una «dictadura de 60 años. Para Borrell, se trata de
«llamar a las cosas de una forma que, sin desmentir lo que es, lo
presenta de una forma menos conflictiva».
RAÚL CASTRO LE PIDIÓ SER TRATADO COMO UN SAUDÍ
De hecho, ha relatado que en una entrevista que tuvo con el expresidente
Raúl Castro, éste le pidió que le tratase «como si fuera saudí o chino·,
porque nadie llama dictadura a Arabia Saudí o a China y parece que Cuba
es la única. «Vendré con un turbante la próxima vez», ha relatado
Borrell, que como antiguo presidente del Parlamento Europeo recuerda
muchas más resoluciones críticas con Cuba que con otros países.
El ministro espera que el viaje de Sánchez a Cuba tenga como resultado
la creación de un mecanismo de consultas, tal como existe con otros
países, que permita defender los intereses españoles, porque ahora mismo
se da la paradoja de que la UE lo tiene, pero España no.
En Cuba viven 140.000 españoles –que serán pronto 200.000 a medida que
se resuelvan expedientes de petición de nacionalidad– y España es el
tercer socio comercial de Cuba, a punto de ser el segundo, por delante
de Venezuela y por detrás de China. También es el primer inversor, con
200 empresas presentes.
Por otro lado, los senadores, empezando por el PP, han pedido al
Gobierno que se implique más en algunas crisis de la región,
especialmente en la ‘caravana de migrantes’ de Centroamérica que se
dirige a Estados Unidos. El ‘popular’ Luis Aznar ha reconocido que
Estados Unidos tiene derecho a proteger su frontera pero ha pedido que,
para evitar el «choque», trabaje con los Gobiernos afectados en
particular con México.
Por su parte, desde ERC Josep Rufá le ha pedido a Borrell opinión sobre
los «presos políticos» en Ecuador, incluido el ex vicepresidente Jorge
Glas y el expresidente Rafael Correa, «exiliado en Bruselas», y sobre si
España está haciendo alguna investigación o gestión. El ministro ha
respondido que Correa está en Bruselas «como otros» –en alusión al
expresidente catalán Carles Puigdemont y varios exconsejeros– y que
España no interferirá «en los procesos judiciales de un país
perfectamente estable como es Ecuador».