Dentro de esa mezcla de circo y pesadilla que está siendo la investidura de Pedro Sánchez con el apoyo de bolivarianos y separatistas, se alzó una voz sorprendente y curiosa: La de la diputada regionalista canaria Ana Oramas, quien en contra de las instrucciones de su partido, dijo no; por más presiones que haya recibido del PSOE. Y es que Oramas, que ni por asomo es una santa, empero, sabe del perjuicio que le acarreará esta nueva legislatura, no ya político, sino hasta económico; pues mientras más tiempo pasa, más se benefician las respectivas oligarquías de Cataluña y Vasconia en detrimento de otras regiones españolas; y este nuevo gobierno le va a afectar especialmente al centro, sur e islas de España.
Seguramente tendrá sus consecuencias, porque en España existe el totalitarismo de «disciplina de partido», no habiendo libertad ni representación verdadera a partir de un candidato que habría de comprometerse antes con sus electores que con su partido.
Sea como fuere, algo más que un gesto.
Pasen y vean: