- Wikipedia y sus inefables administradores han vuelto a hacer de las suyas.
La escritora cubana exiliada en Francia, Zoé Valdés, ha publicado en su web personal una nota desautorizando su biografía oficial en la enciclopedia participativa mundial. Según Valdés, en la misma aparecen “informaciones sobre mi persona falsas y comportan una carga infame de odio en mi contra”.
Tras haber intentado por diversas vías modificar los párrafos litigiosos sin éxito, la escritora optó por editar ella misma su propia biografía. Sin embargo, un administrador de la enciclopedia le hizo llegar un irrespetuoso mensaje que Valdés compartió en sus redes sociales.
Los párrafos y frases que la escritora cuestiona y que se pueden ver en “las modificaciones de la página” conciernen principalmente a su estado civil y al corto periodo (tres meses) en el que trabajó en la UNESCO como parte de la delegación oficial de Cuba. Otro aspecto que afea su biografía tiene que ver con la polémica que sostuvo públicamente hace algunos meses con la también escritora Lucía Etxebarría, donde ambas mujeres se cruzaron lindezas de todo tipo que fueron reseñadas por la prensa en España y en Hispanoamérica.
Más allá de comprensible indignación de Valdés. Es -una vez más-, el funcionamiento de Wikipedia lo que llama la atención. Las figuras públicas deberían tener derecho a participar, modificándolos si necesario, los contenidos que les conciernen directamente. Del mismo modo, Wikipedia debería ajustarse, a las regulaciones europeas del “derecho al olvido” que obligan a los buscadores a borrar contenidos denunciados por los usuarios de internet.
En Europa, desde 2014 los buscadores como Google tienen la obligación de eliminar de sus listas de resultados aquellos enlaces que violen ciertos derechos de un ciudadano, a petición de este, debido a una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Sin embargo, Wikipedia nunca se ha conformado con esta jurisprudencia que califica de “censura”.
La respuesta del administrador “Marcelo” a la reconocida escritora cubana es una inaceptable falta de respeto. Más aun cuando detrás del bibliotecario “Marcelo” se puede esconder la mano de la dictadura cubana. Recordemos que los administradores de Wikipedia nunca declinan su verdadera identidad. No olvidemos que el sistema de cooptación por el que acceden a esa categoría los vuelve inevitablemente solidarios a la hora de defender puntos de vista polémicos dentro de la propia enciclopedia.
Muchas gracias. Sobre todo habían puesto que yo era una seguidora de VOX. Cuando he aclarado mil veces que no sigo a ningún político ni a ningún partido político.
De Nada. Eso es una mafia ahí dentro. Lamentablemente nada se puede hacer si no es por vía judicial. Saludazo!