-Por Alberto Gil Quispe
Disturbios, manifestaciones, horror en las calles imágenes que parecen salidas de la saga de películas de “La purga”, y como cereza roja en la copa de helado del color de la bandera de los Estados Unidos , una pandemia que ha acabado con la vida de más de 100.000 vidas; es decir, más que las bajas que tuvieron los norteamericanos en la Guerra de Vietnam (68.000) y si a este helado amargo le agregamos una galletita llamada recesión económica púes tenemos un volcán de protestas.
Lamentablemente esto ya se veía venir, era una bomba de tiempo con cronometro fijado en el año 2020.
Desde hace tiempo se puede palpar como se iba desarmando la convivencia en los hogares estadounidenses como si en esa casa tan grande no aceptaran tener más huéspedes, ya no pueden soportar en ese inmenso barrio al vecino ni a su propio compañero de habitación algo que se puede apreciar en la violencia policial, en el comportamiento de muchos ciudadanos, en la retórica de la prensa y la porpia Casa Blanca, hablamos de un país polarizado con divisiones políticas marcadas y cambios demográficos donde la población blanca disminuyó enormemente en las últimas décadas.
Ahora la “minoría blanca” se han vuelto radicales inclusive ya circulan ideas conspiranoicas de que hay algo oculto tras estas protestas y que tienen como finalidad causar caos en la potencia mundial.
El Gobierno Norteamericano en vez de inspirar un momento de unión por todas las desgracias que el 2020 ha causado a la nación , tienen el comportamiento de funcionarios como alcaldes, gobernadores de ser más duros incluyendo como el propio presidente Trump quien autoriza el poder ilimitado del Ejercito para suprimir las revueltas. Vemos tuits de Trump que culpan a fuerzas ocultas que manipulan a los manifestantes (todo esto sin pruebas). Sospechas sobre supremacistas blancos, terroristas y hasta narcos que no tienen fundamento y no buscan reconocer que es el propio pueblo que ya se cansó.
La furia humana ha hecho que el COVID-19 se olvide en las mentes de los manifestantes no imaginándonos que resultados de aquí a unas semanas puedan generar en las cifras de contagios con los tumultos creados.
La pandemia cambio de nombre ya no es COVID-19, ahora es justicia para George Floyd y esto debería significar un cambio de mentalidad en el pueblo norteamericano. En Estados Unidos no se ha generado un debate en el que participe toda la sociedad sobre los prejuicios racistas para que se “sanen la heridas” todavía existe un resentimiento y nunca se ha hecho un esfuerzo desde las más altas esferas para cambiar esto.
“La humanidad no puede continuar trágicamente atada en la noche sin estrellas del racismo y de la guerra”, Martin Luther King
La crisis del capitalismo, su nueva fase. Es eso, y no otra cosa.El pais mas democratizado del mundo segun ellos, que acusa a China de implementar el orden. QUE EJEMPLO. Pero ademas es el pais unico donde se elige a un presidente que esta totalmente loco, los hechos los demuestran, pero el tipo es rico.
Eso no es de la nueva fase, es sistemico del capitalismo.