POQUITO A POCO
Hacia la vida eterna,
los pasos son lentos.
Los tiempos de Dios,
no son los de los hombres.
No sé si pasa despacio,
o si muy rápido es.
Pero sé que es la hora,
para que mi alma zozobre,
sobrecogida en la nieve
nubosa del azahar y el incienso,
con la luz cirial cual oro de
tesoro antiguo y noble.
Poquito a poco, dice el capataz,
mientras la luna se envuelve,
en una bruma de terciopelo,
que hace brillar la noche.
Poquito a poco hay
que llegar a la eternidad.
La Cuaresma nos exhorta,
a seguir el santo horizonte.
Con el Santísimo, la
Vera Cruz y la Soledad.
Que Dios nos proteja,
nos ayude y nos colme.
–Antonio Moreno Ruiz