PANCORVO Y EL INCARREY
Don José Antonio:
Hábleme del Inca.
Hábleme del Rey.
Con la épica del trono del sol,
como epopeya de montaña ardiente,
habrá un estandarte supremo,
que ondee apegado al viento.
Esencia y tradición de imperio
hay en los Andes.
Cultura milenaria organizada,
que no se perdió;
se implementó.
Como lo ibero y lo celta,
se injertó en Roma.
No se perdió la nobleza inca.
No se perdieron los curacas.
Castilla y el Incanato,
unieron sangres nobles,
para formar un mundo nuevo.
La sangre de los hidalgos,
ante Manco Cápac y Mama Ocllo.
El maíz, la papa y la llama,
frente al trigo, la vid y el caballo.
El Inca es el Rey.
De los incas,
a los Austrias y los Borbones.
Continuidad, interacción compleja,
que llegó hasta el estandarte imperial
y realista del Cusco,
hasta la campaña victoriosa del virrey Abascal;
y hasta Huachaca resistiendo
desde el cuartel general de Huanta.
¡Éxtasis del Incarrey,
se anuncian como un pasado en marcha!
¡El cielo es profético!
–Antonio Moreno Ruiz