Olivier Assayas tilda de "nazi" a Zoé Valdés

Las revelaciones de Zoé Valdés en su blog dan una imagen bien diferente del cineasta Olivier Assayas que no duda en tildar a la escritora de “ especie de nazi” en un arrebato de ira. Las razones de su rabia: la escritora se negó a caucionar una película pro castrista, que defiende la dictadura sin exponer las razones de la otra parte.

En los últimos tiempos para evitar el fracaso comercial, Assayas ha hecho lo imposible por defender su película sin rozar con un pétalo de rosa al régimen de La Habana, mostrándose particularmente reservado a la hora de denunciar las exacciones de un sistema desacreditado tanto fuera como dentro de Cuba. Sus últimas declaraciones a Le Monde, constatando que las nuevas generaciones de cubanos “no se sienten tan implicadas en el proyecto revolucionario como las anteriores”, no cuestionan para nada el empobrecimiento de una isla que antes de 1960 tenía un nivel de vida más alto que el de España.

¿Pero qué se puede esperar de un señor que dedicó una película a un terrorista «bueno» el asesino Ilich Ramírez Sánchez de siniestra memoria, más conocido como Carlos el Chacal?

Reproducimos para nuestros lectores el post de la señora Valdés que vale su peso en oro. En sus intercambios, Zoé intenta explicarle lo que es el castrismo y las razones por las que ella considera que los oponentes al régimen, como Posada Carriles son los verdaderos héroes de la película. Más adelante, la escritora en su misiva de ruptura poniendo las cosas en su lugar, aprieta una tecla que sin dudas ha dolido al señor Assayas: “Contrariamente a usted, a pesar de todo lo que sufrimos mi familia y yo, no voy por el mundo haciéndome la “víctima”. Lo que cuento sobre mi vida personal se circunscribe al marco de personas que admiro y quiero. Usted era una de ellas, ya no”, zanjó.

Assayas el pro-castrocomunista

Antes de que se estrenara la película ‘Red Avispa’ en festivales y cines tuve una gran bronca con Olivier Assayas. Les cuento:

Su película ‘Red Avispa’ está basada en un libro de un brasileño al que el régimen castrista le encargó escribir una historia melosa vendible sobre el tema de los espías. El gobierno de Brasil bajo el mando de Dilma y Lula tenían obsesión con los espías terroristas, los Castro se la habían impuesto. Recuerden también que lo primero que hizo Yoani Sánchez, al conseguir salir de Cuba tras su fama mundial, y ya una vez en Brasil, fue pedir la eliminación del embargo y la liberación de los Cinco Espías, obedeciendo al programa de Obama y Hillary.

Assayas fue contratado posteriormente para dirigir el bodrio de película.

Estuvo en Cuba -según él mismo me contó- y allí fue recibido por las grandes instancias del régimen. Jamás se preocupó por hacer el viaje a Miami con la intención de entrevistar a la otra parte, por ejemplo a José Basulto de ‘Hermanos al Rescate’ ni a Ana Margarita Martínez a la que el Jefe de los Espías, Juan Pablo Roque engañó y traicionó de la manera más vil que pueda nadie imaginar y sin que las feministas se pongan de su lado; tampoco a nadie del lado de Miami.

Después de terminada la película me pidió trabajar con él para el re-montaje porque aquello no tenía ni pies ni cabeza. Mis queridos amigos Ángel de Fana, Ernesto Rodríguez, Carlos Payá Sardiñas, la periodista Sarah Moreno y Alejandro Ríos son testigos de mis intercambios de correos con él, y de mis conversaciones. Por fin nos decidimos a ser claros porque él estaba verdaderamente desesperado con el resultado y peor lo estaba el productor. Después de presentir aquello, me negué a salvar ese panfleto pro castrista, aunque me ofrecieron lo que nunca me habían ofrecido. Preferí dormir tranquila. Dije NO. Mi discusión terminó muy mal con él.

Aquí les dejo una prueba breve (no está todo) de su tono y de su mala intención. Fíjense, al yo decirle que para mi Luis Posada Carriles es un héroe me llamó nazi. A lo que yo le respondí concluyente: “No soy nazi. El nazi es usted”.

La película la re-estrena Netflix ahora, después de hacer un camino sin pena ni gloria, más bien penoso. Es una película llena de mentiras que desde el inicio empieza tildando al exilio entero de terrorista. Es un panfleto pro castrista. Recuerden que la película tuvo también proyección en La Habana.

El que quiera verla que la vea. Yo volveré a plantearme si sigo con Netflix o lo arranco de cuajo otra vez.

Bah y recontrabah. P&C.

Zoé Valdés.

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