-Extraído de la Gazeta Mexicana
«Nuevo México se encontró siempre alejado del resto de la Nueva España, el asentamiento de mayor importancia estaba a más de 1,000 km de distancia y era el de Chihuahua, en Nueva Vizcaya; llegar hasta allí era un recorrido de seis meses desde la ciudad de México y fue apenas en 1598 cuando Juan de Oñate encabezó la expedición en que habría de agregarse aquella provincia, en uno de sus poblados, Santa Fe, terminaba el Camino Real de Tierraadentro.
Aquella lejana provincia era pobre y vulnerable a los ataques de los indios bárbaros, las encomiendas no eran más que ficción pero causaron malestar; los franciscanos eran los únicos que seguían con ánimo y fervor la evangelización y para 1629 habían erigido 50 iglesias y fue su insistencia lo que obligó a las autoridades a no abandonar la provincia en la que no vivían siquiera 3,000 españoles.
Los indios aceptaron la llegada de los españoles que trajeron nueva semillas y ganado menor, pero eso mismo atrajo a los indios bárbaros…»
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