“Nuestro actual pueblo no siente el Quijote. Han hecho cuanto estaba de su parte por esconderle a las miradas del pueblo, suponiéndole significados esotéricos de difícil o imposible inteligencia. Se le ha tratado como a un dogma, como a un fetiche, como a un misterio, como al arca cerrada del Tabernáculo. Se le han consagrado grandes volúmenes de intrincados conceptos y pocas páginas humanas, sinceras, humildes y sencillas.”
–Ramiro de Maeztu