Madrid, 29 de abril de 2021.
Querida Ofelia,
La Biblioteca Nacional de España inaugura hoy la exposición Luces del Norte: manuscritos iluminados de la Biblioteca Nacional de España, organizada en colaboración con el Centro de Estudios Europa Hispánica. La muestra recoge 70 de los 156 manuscritos iluminados que han sido objeto de una amplia investigación llevada a cabo durante tres años por los comisarios, Javier Docampo y Samuel Gras, y que se incluyen ya en un fantástico catálogo razonado.
Luces del Norte propone un recorrido por los manuscritos iluminados de tradición francesa y flamenca de principios del siglo IX y hasta el XVI, ya con características renacentistas.
Como ha destacado la directora de la Biblioteca Nacional de España, Ana Santos Aramburo, en la presentación de esta mañana a los medios de comunicación “esta es una exposición singular y valiosa de las colecciones de la BNE que debe revertir en la sociedad. Todos los ejemplares pertenecen a esta institución y son una muestra de los más de 800 manuscritos iluminados que se conservan en la BNE desde los comienzos de la Real Biblioteca. Sin duda una de las colecciones más significativas de Europa”.
Por su parte, el comisario de la exposición, Samuel Gras, ha señalado la importancia de la exposición, considerándola “una exposición única que no se ha llevado a cabo nunca en la BNE”, puesto que el último catálogo razonado sobre estas colecciones data de 1933. “Era necesario un estudio serio como la investigación que se ha llevado a cabo”, apunta Ana Santos, y que se enmarca dentro de un proyecto más ambicioso, de tres etapas, que estudiará la totalidad de los manuscritos iluminados de la BNE, diferenciando entre manuscritos franceses y flamencos, manuscritos italianos y españoles. Estos últimos son el grueso de la colección de la BNE. El proyecto ha visto concluida su primera etapa con la culminación de esta exposición.
“Nos adentramos en el mundo íntimo de la belleza, por eso llamamos a la exposición ‘Luces del Norte’, en oposición a ese imaginario colectivo que tenemos de la edad Media como una etapa de tinieblas, que no fue tal que así, si no que a través de estos manuscritos vemos como la nobleza y la burguesía de la época se preocupa por recoger en los códices la transmisión del conocimiento”, ha explicado el comisario. “Se empiezan a preguntar cómo promover la cultura”, añadía.
Esta muestra se ve enriquecida con un catálogo razonado que aporta una descripción codicológica de todos los ejemplares y plantea numerosas novedades relativas a la atribución de las miniaturas, las procedencias y las dataciones de manuscritos, publicado en colaboración con el Centro de Estudios Europa Hispánica.
El manuscrito más antiguo de la BNE y el Libro de Horas de Carlos V
Entre los códices expuestos podemos encontrar el más antiguo que preserva la Biblioteca Nacional de España, datado entre el 814 y el 828, el Códice Metz. Se conoce por este nombre por haber sido encargado por un hijo de Carlomagno, Drogo, obispo de Metz. El manuscrito es fruto de las políticas de reforma llevadas a cabo por Carlomagno, quien quiso recuperar los instrumentos científicos clásicos para establecer un calendario homogéneo para sus territorios con un estilo que recupera la tradición griega y romana y contiene un calendario astronómico, un manual de cómputo y un tratado de astronomía, además de 42 representaciones figuradas de las constelaciones, dibujadas a pluma o pintadas directamente.
Siguiendo por los pasillos de la exposición podemos admirar una colección de biblias parisinas, unas biblias que se fabricaban en los talleres parisinos en el s. XIII con destino a toda Europa, ya que por su pequeño tamaño eran susceptibles de transportarse y de facilitar su manejo; una colección de manuscritos sobre derecho romano, que se recupera en el siglo XIII a través de obras comentadas y que se ponen en valor con el nacimiento de las primeras universidades.
Por otra parte, encontramos códices históricos y caballerescos que forman parte de la demanda de la época. Por ejemplo, encontramos El árbol de batallas de Honorat Bovet del siglo XIV, que perteneció al Marqués de Santillana.
La luz de la poesía y de la literatura también está presente, debido al auge de la demanda de la época, un ejemplo es el Roman de la Rose del s. XIV, obra que dará lugar a la primera querella literaria y pugna entre la autora Christine de Pisan y Jean de Montreuil, que apoyaba la visión misógina de la mujer retratada por el autor Jean de Meun.
Por último, cabe destacar la numerosa colección de libros de horas, entre los que se encuentra el de Carlos V, recién restaurado en su encuadernación con motivo de la exposición por la BNE.
En recuerdo de Javier Docampo
En paralelo a la inauguración hoy, el Museo del Prado y la Biblioteca Nacional de España han organizado un acto en recuerdo de Javier Docampo, comisario la muestra, fallecido en marzo de 2020. Sus tres pasiones, libros, música y amigos, han estado presentes en este acto como reflejo de su personalidad y como reconocimiento a su dilatada labor como bibliotecario.
El acto, que se podrá seguir por streaming desde el canal de la BNE, incluirá una conferencia de Irene Vallejo, Premio Nacional de Ensayo 2020; un concierto de música barroca a cargo de The Pashion of Musicke y una mesa redonda en la que participan: Susana Calvo, medievalista; Marisa Cuenca, Jefa de Área de Biblioteca, Documentación y Archivo del Museo del Prado; Olga Pérez Monzón, Departamento de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid y María José Rucio, Jefa de Servicio de Manuscritos e Incunables de la BNE. Modera José Manuel Matilla, Jefe de Conservación de Dibujos y Estampas del Museo Nacional del Prado.
Por último, Samuel Gras, comisario junto a Javier Docampo de esta exposición, expondrá el trabajo realizado por ambos haciendo un pequeño recorrido por algunas de sus principales obras.
Con gran cariño y simpatía desde nuestra querida y culta España,
Félix José Hernández.