Fueron los británicos quienes crearon colonias de presos. Australia es el ejemplo más lapidario de ello. Asimismo, las colonias angloamericanas estaban compuestas por gentes que no querían en Inglaterra, por obra y gracia del protestantismo oficial que no toleró a los otros protestantes. Ya se sabe que cuando el alemán Lutero hablaba del “libre examen”, eso era para él, pero no para los demás. El mismo Lutero que habló de “exterminar” como a perros” la rebelión de los campesinos.
Pero claro, la intolerante y oscurantista es España…
Y además, fueron los británicos los que, amén de enriquecerse a lo bestia con la esclavitud de los africanos, esclavizaron, esquilmaron y hambrearon a los irlandeses por razón de su fe, siendo una esclavitud mucha más barata para ellos que la de los negros. Sin embargo, la mala fama se la lleva España, porque la propaganda negrolegendaria siempre acaba siendo más fuerte que los hechos. Todo resulta ser una cuestión de “marketing”. Por desgracia, son malos tiempos para el raciocinio y la objetividad.
No obstante, nosotros nos adentramos en nuestra historia (pues no sólo es “historia española”, sino una “historia hispana global”, si se quiere) y nos formulamos algunas preguntas:
-¿Apenas un puñado de rateros pudo con imperios todopoderosos como aztecas o incas? ¿No deja eso en muy mal lugar a un indigenismo que no deja de tener patrones ideológicos europeos?
-¿Los conquistadores eran solamente “españoles europeos”? ¿No hubo conquistadores africanos? ¿Y los aliados indios? ¿Y la primera generación de conquistadores y gobernadores mestizos y criollos? ¿No pasaron también a América –gracias a España- aliados italianos, griegos, irlandeses, etc.?
-¿Tan simple (y a la vez tan duradera…) fue la conquista o estamos ante un proceso mucho más complejo?
De todo ello y algo más hablamos con el pana Emilio Acosta Ramos, de Venezuela Provincial
¡Pasen y vean!