-Por Rafael Merino Piedra
LOS COMERCIANTES VASCOS Y LOS REVOLUCIONARIOS AMERICANOS: DIEGO DE GARDOQUI
Cuando se inició la guerra, los comerciantes vascos se posicionaron a favor de los colonos norteamericanos, con los que venían comerciando de manera directa desde hacía siglo y medio. Las medidas que tomó Gran Bretaña en relación al comercio de las colonias y, especialmente, en contra del contrabando no fueron del agrado de los vascos.
Entre los mercaderes de Bilbao hay que mencionar la Casa de Joseph de Gardoqui e hijos. Uno de los hijos del fundador de esta forma destacó sobremanera en esta actividad: Diego María de Gardoqui y Arriquibar, nació en Bilbao en 1735. A la edad de 14 años, fue a Londres a aprender los entresijos del comercio internacional y permaneció durante seis años en la casa del mercader George Hayley. A la muerte de su padre en 1761, asumió la dirección de la empresa y continuó los contactos con los grandes comerciantes de bacalao de Massachusetts, sobre todo con Jeremiah Lee y con Elbridge Gerry de Marblehead y con John Cabot de Salem.
Cuando entre 1771 y 1773 comenzaron las limitaciones de Gran Bretaña al comercio, Gardoqui y Cabot construyendo una red de contrabando bien definida para intercambiar harina de Philadelphia y sedas de España. En 1774, al cerrar Gran Bretaña al puerto de Boston, se creó en Concord el Congreso Provincial de Massachusetts para organizar la resistencia militar. Al amparo de esa institución surgió el Comité de Aprovisionamiento del que eran miembros Jeremiah Lee y Elbridge Gerry. Una de las funciones principales de este comité era el aprovisionamiento de cañones, mosquetes y pólvora. En noviembre de 1774, Jeremiah Lee solicitó armas y pólvora a Diego de Gardoqui, quien, en febrero de 1775 le envió 300 mosquetes con sus bayonetas. En julio de este último año, Elbridge Gerry le solicitaba pistolas y más pólvora.
El contrabando de armas resultaba muy peligroso. Hay que tener en cuenta que España todavía estaba en paz con Gran Bretaña y además Gardoqui podía perder la fructífera actividad comercial que mantenía con la potencia británica. A pesar de los riesgos, Gardoqui ofreció su apoyo y colaboración a los rebeldes. George Washington quería formar un ejército de 20.000 soldados y Bilbao cumplió un importante papel en este cometido.