La paradoja sobre San Martín de Porres es que, siendo a priori muy conocido, sin embargo, hay muchos mitos y leyendas que desdibujan la grandeza y la hondura de su realidad.
A San Martín de Porres se le ha intentado despojar de su misticismo, de su misma religiosidad; en plan “nueva era”. Habrá antropólogos listillos que quieran arrimar el ascua a su sardina ideológica. Y al final, creemos conocer su figura, pero queda mucha manipulación.
Se hicieron películas sobre su figura, sobresaliendo la interpretación de René Muñoz. Sin embargo, en estas películas ya se ve cómo se le intenta restar el protagonismo de la fuerte fe católica del santo moreno.
San Martín de Porres nació en Lima, mas su devoción se extiende por todo el mundo hispano, incluyendo las Filipinas.
Con los dominicos vivió lo que se dice una “formación profesional”: Hijo de español y africana, fue herbolario, enfermero, agricultor, consejero de virreyes… Tuvo el don de la bilocación, de consolar a los cautivos… Fue un amante de la oración, del silencio, de la mística. En vida, gozó de mucho respeto y mucha popularidad. Muy pronto se extendió su fama. Y además, vivió rodeado de santos.
A día de hoy, su casa natal es todo un referente en Lima.
Hay que entender las fuertes y entrañables dimensiones de este personaje histórico tan importante. Muchos peruanos se sorprenden de que tenga tanta devoción en España. En Sevilla, concretamente, alimenta el carisma de la Hermandad de los Negritos.
Con todo, hay que insistir en que hay que entenderlo conociendo la verdad, sin alejarnos de un auténtico hombre de fe. Y para ello hemos contado esta vez con un invitado de lujo: El Capitán Perú; un gran historiador que también ha incursionado en otros campos del vasto océano de la cultura universal y resulta una gran conexión para el mundo hispánico.
¡Pasen y vean!
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*Sobre el Capitán Perú: