INVOCACIÓN AL MARQUÉS DE BRADOMÍN
Entre renacentista y barroco,
entre romántico y modernista,
entre César Borgia y Hernán Cortés,
con algo de cínico helenista.
Arquitectura de bohemia guerrilla,
pícaro abanderado de antemano
de lo perdido. Y por supuesto,
enamorado, siempre enamorado.
Como de otro tiempo.
Como de otra dimensión.
Mas, cuánto paralelismo
de granadino corazón…
¡Marqués de Bradomín! Yo os invoco
con poemas de Rubén Darío,
gerifalte de la Corte de Estella,
resplandor de la hoguera del sino.
Venga a mí constantemente,
inspíreme con ahínco vuesa merced.
Que la mágica realidad que a veces
no vemos esculpa mi ser literario.
-Antonio Moreno Ruiz