En el llamado «mundo libre» existe una enfermiza fascinación por las peores tiranías; sin embargo, nadie se va a vivir a los países donde estos regímenes imperan. En España, por ejemplo, hay quien está todo el día hablando de Franco, cuando éste murió en 1975; pero calla y otorga sobre la tiranía de Cuba, que lleva con 60 años de comunismo (pronto emulará a la Unión Soviética) y no digamos sobre la de Venezuela. El mundo de la farándula es un portento no ya en disculpar, sino en ensalzar criminales; eso sí, siempre y cuando sean comunistas. Para eso utilizan buena parte de su industria. No todos, ciertamente, pero sí una parte importante, y desde hace muchos años. En este caso, una vez más, se ceban contra el dolor del pueblo cubano exiliado en Florida; ese pueblo trabajador, muchas veces descendiente directo de españoles, que no tiene acceso a su nacionalidad natural porque el estado español sigue con un lío burocrático que nunca soluciona para su propia sangre; y a pesar de que en Estados Unidos ocupan los primeros puestos, raras veces son reconocidos como tales.
Ahora, por lo visto, toca glorificar a los espías castristas…
Pasen y vean: