Por su interés, reproducimos el obituario de José M. Ballester Esquivias publicado ayer por el diario madrileño Abc.
Pili de la Rosa (1925-2017). Referente cultural del exilio cubano.
José María Ballester Esquivias.
El honor de dotar a Miami de una estructura cultural que permitiese a los exiliados cubanos mantener los vínculos sentimentales con su patria y con España correspondió al matrimonio formado por Pili de la Rosa y Demetrio Menéndez. En 1967, seis años después de su llegada a Estados Unidos y durante una reunión en casa del periodista Horacio Aguirre, idearon, en compañía de la soprano Marta Pérez y del artista Miguel de Grandy II, la Sociedad Pro Arte Grateli (acrónimo de Gran Teatro Lírico).
A lo largo de medio siglo, Grateli -que cerró el pasado marzo- se caracterizó por una actividad popular y de calidad. Su oferta, muy ecléctica, abarcó desde operetas –como “La viuda alegre” o “El conde de Luxemburgo”-, musicales –“El rey y yo” o “El hombre de la Mancha”-y recitales de alto nivel a cargo de figuras como Alfredo Kraus. Sin embargo, De la Rosa -que había estudiado Ballet y Baile español- sentía predilección por la zarzuela; de ahí que ese género tuviese protagonismo en Grateli a través de obras como “Cecilia Valdés”, “María la O” o “La Dolorosa”.
También logró que vinieran desde España Federico Torroba, Sara Montiel, Lola Flores, Rocío Dúrcal o Rocío Jurado. Entre sus compatriotas, De la Rosa apostó mucho por Olga Guillot.
Biografía
Pilar de la Rosa nació en Cruces (Cuba) el 22 de febrero de 1935 y falleció en Miami el 30 de mayo de 2017. Exiliada desde 1961, se dedicó al doblaje de películas antes de fundar Grateli. El Gobierno español la distinguió con la Orden de Isabel la Católica.