«…Realmente se llamaba Antonio Martínez de Cala y Jarava nacido en Lebrija,( Sevilla ) en 1441 estudió humanidades en Salamanca y a los 22 años ingresó en el Colegio de San Clemente de Bolonia, becado por el obispado de Córdoba para estudiar teología, donde permaneció en la Universidad de Bolonia diez años más.-
De vuelta a España, trabajó en Sevilla para el arzobispo Fonseca. Impartió clases entre 1470 y 1473 en la capilla de la Granada, situada en el patio de los Naranjos de la Catedral de Sevilla . Es ya un joven lleno de conocimientos y de iniciativas. Fue por entonces que adoptó el nombre con el cual lo conocemos. Añadió Elio como homenaje al conquistador romano que conquistó la Bética, que era el nombre latino de Sevilla y «de Nebrija», por ser Nebrissa el nombre en latín de su Lebrija natal. Le queda tiempo para escribir, para casarse con Isabel Solís de Maldonado, para tener siete hijos .No hay duda que no perdió el tiempo en absoluto .-
En 1473 consiguió un cargo como docente en la Universidad de Salamanca. En 1488 pasó al servicio del Maestre de la Orden de Alcántara, don Juan de Zúñiga o Estúñiga. Animado por el buen éxito de su libro anterior, y bajo la protección del cardenal sevillano Juan de Zúñiga, que le libró de sus obligaciones docentes, entre 1487 y 1502 escribió lo mejor de su…»
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