(“¡Flor de la andante caballería! ¡Luz resplandeciente de las armas! ¡Honor y espejo de la nación española!”
-Miguel de Cervantes. Don Quijote de la Mancha. (capítulo 7. II Parte)
«(Que Cervantes hable así de don Quijote) tiene para nosotros un significado político del mayor alcance, no sólo porque demuestra que la nación española está ya reconocida en el siglo XVI, mucho antes de que fuera reconocida la nación inglesa o la nación francesa –o, por supuesto, la nación catalana o la nación vasca– sino porque nos ofrece explícitamente la referencia extraliteraria que Cervantes atribuía a la figura de Don Quijote (“honor y espejo de la nación española”). Cierto es que la «nación española» que se refleja en Don Quijote, no es una nación política en el sentido (…) de las naciones que surgirán a partir de las ruinas del Antiguo Régimen; pero tampoco es una nación meramente étnica, que viviera en los márgenes de algún Imperio, o acaso integrada, junto con otras, en el Imperio español. La «nación española» es en el Quijote una nación histórica”.
–Gustavo Bueno, “España no es un mito”.