Defendiendo la bandera de la santa tradición

En verdad, que la publicidad mundial occidental dirigida por el mundo económico judío, la palabra Comunismo, incluso con el adjetivo de Comunismo Ateo, ya nos deja indiferentes a la mayoría de los que nos gusta ir a nuestros asuntos; que por cierto, en ellos, en nuestros asuntos, van implícitos un desprecio profundo a la guerra y a cualquier forma de militarismo, colonialismo e injerencia del letal estilo Usa.

España, aunque perdió su soberanía en 1.700, y materializó su venta legal ante Francia en 1808, de siempre, y desde entonces mucho más, ha sido un país con voto de obediencia ciega (en ocasiones a punta de pistola) al papado romano, artífice y dueño político del Santísimo Imperio Romano Germánico, controlador de todo, o bien por las buenas de las hambres y las carencias, o bien con la santa justicia de la Santísima Inquisición.

Y como resultado del incansable machaqueo propagandístico de los judíos, la palabra comunista, con un pequeño paréntesis de anunciar la tremenda peligrosidad social de Bin Laden, la denominada sociedad occidental que han controlado, y pretenden, ya tardíamente, seguir haciéndolo Inglaterra-Usa- Vaticano, con solo pronunciar lo de comunismo se abrían por un lado las puertas a todo tipo de temores sociales, y por otro se cerraban infinitas puertas tras las cuales se han cometido, con oscuridad y alevosía, las mayores atrocidades sádicas que ha conocido la especie humana.

Pero, afortunadamente, tan solo en países que mantienen el voto de obediencia al jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano, caso de España y muy pocos más, la palabra comunista, con o sin su adjetivo ateo, ha perdido muchísimo poder de acojonamiento social. De ahí que, aunque el rey emérito (¿cual es su emérito?) de España esté plácidamente viviendo en un país de exacto y claro perfil Talibán, ahora la propaganda sionista nos quiere acojonar con lo de los Talibanes.

Pero España es un país soberano, y acaba de demostrarlo de un modo claro y conciso, cuando contraviniendo todo el ordenamiento jurídico vigente de la mar y sus navegaciones, le ha prohibido, por orden sin discusión, pero autorizados a hacer el paripé entre ministerios ubicados en España al servicio de la embajada de EE.UU. que unas unidades de la flota rusa del norte, ya menos comunista que sus padres, pudieran repostar en una pedanía Usa como es el puerto de Ceuta.

Y tal prohibición, que solamente le ha producido una honda satisfacción a la embajada Usa en Madrid, a muchos españoles, aunque tenemos asumido el país de caca seca que hemos, entre todos, forjado, eso no resta para que sintamos vergüenza política de una España que tan solo es soberana para endeudarse en los bancos sajones hasta que todo, en breve, reviente.

En las dictaduras, la España actual está bajo un devota y obediente dictadura política, es donde mejor operan los grandes países democráticos tipo Vaticano e Israel, que ellos, ninguno de los dos ha hecho en la vida una quiebra económica, porque saben “administrarse” muy bien; mientras que los EE.UU. ya lleva seis, y Rusia los está igualando en el corto recorrido que con el capitalismo entraran los grandes “administradores” señalados.

Y como mucho más que las palabras lo que valen son los hechos, mientras que veamos feliz y contento al rey emérito español viviendo en un país talibán, no creo que nos puedan acojonar mucho los judíos.

Salud y felicidad sin covid. Juan Eladio Palmis

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