De Granada a Constantinopla,
quisiera unirse el Mediterráneo,
en la cruz, que es Alfa y Omega, y
en el fondo cultural romano,
que amasó el latín y el griego,
para la inmortalidad de la sabiduría,
para el engrandecimiento del espíritu,
que volverá a reinar en Santa Sofía.
Oh, Granada, culmen de la Reconquista,
tu ejemplo nos enseña que la media luna
no es invencible; tú, dulce fruta ibérica,
inspira a los helenos que, como cuna
de nuestra civilización, habrán de
reunirse en la capital de la Nueva
y Segunda Roma. «Reconquista» es
un concepto eterno; téngase en cuenta,
que de Spania a Bizancio fluye
la romanidad con incesante vehemencia.
Constantinopla: Granada es el ejemplo
de la fe y el triunfo de la resistencia.