Felipe Gonzáles acordó con el régimen una ridícula indemnización de 40 millones de pesetas en 1986. Su Ministro la calificó de «digna» y hasta el sol de hoy ninguno de los 3.151 propietarios expropiados ha visto un duro.
Ninguno de los magníficos edificios construidos para sedes de los centros Gallego y Asturiano, respectivamente, serán devueltos a sus antiguos dueños, los miembros de ambas comunidades, según se desprende del acuerdo firmado por los gobiernos cubano y español.
Este acuerdo, que regula las indemnizaciones que pagarán los cubanos a los españoles afectados en sus propiedades por la revolución, deja claro que no procede la devolución de estos edificios, ni ninguno propiedad de centros regionales, por considerar que en el momento de la expropiación una gran mayoría de sus socios eran de nacionalidad cubana, aunque fueran de origen hispano.
La cantidad que el gobierno cubano pagará a los españoles es de 40 millones de dólares, que habrá que repartir entre los 3.151 propietarios cuyos expedientes figuran en el Ministerio de Asuntos Exteriores español.
Fue exactamente en el año 1967 cuando se inician las primeras reclamaciones españolas de forma oficial, lo que produce la creación de una comisión dependiente de Exteriores, encargada de acumular datos e información durante todos estos años. La cifra dada por los cubanos para cubrir las indemnizaciones a españoles, y aún no se ha especificado cómo se va a pagar, es muy inferior a la de 349 millones que suman los expedientes en poder del Ministerio, diez millones más elevada que los 30 que en un principio ofrecía el Gobierno cubano.
El ministro de Exteriores, Fernández Ordóñez, calificó de ‘digna’ la cantidad conseguida en el acuerdo, teniendo en cuenta lo que supone en la actualidad para cualquier país hispanoamericano, endeudados hasta la tragedia, el pago de una cantidad, cualquiera que sea hecha en dólares. Una vez firmado este acuerdo, en algunos medios persiste la duda de la forma de pago y la efectividad de esa deuda por parte de los cubanos.
Fernández Ordóñez anunció ayer, en La Habana, la creación de una comisión liquidadora que será la encargada de distribuir la deuda, en caso de que se cobre, entre los múltiples reclamantes, algunos de los cuales se ven en graves dificultades para demostrar su derecho, por carecer de título de propiedad. Aunque de momento no se ha facilitado mucha más información, es seguro que las indemnizaciones serán en metálico, con lo cual no sólo los edificios de los centros regionales no cambiarán de propietario, sino que tampoco lo harán aquellas fábricas, tiendas y demás inmuebles propiedad de españoles antes de la Revolución.
En la actualidad el edificio del Centro Gallego, situado en lo más céntrico de La Habana y una de las más espectaculares construcciones de la ciudad, está distribuido en su interior para distintas funciones. En su antiguo teatro se encuentra hoy el teatro nacional ‘García Lorca’ y otra parte del edificio está destinada a actividades recreativas y sociales. El Centro Asturiano, situado enfrente del Gallego y no menos grandioso, se encuentra ocupado por una oficina dependiente del Ministerio de Justicia.
(Crónica de Maribel Outeiriño desde La Habana, en 1986)
[…] entrega de premios tuvo lugar en el salón de actos del histórico palacio del Centro Gallego de La Habana, hoy Gran Teatro de La Habana ‘Alicia Alonso’, durante su primera Junta General de Asociados […]
[…] Núñez gusta de recordar que hacia 1959, el Centro Gallego y el Centro Asturiano de La Habana movían más dinero que los Estados Unidos en toda Cuba. […]