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Crucero en el Costa Luminosa “Canary Islands” del 19 de marzo al 3 de abril de 2022.

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Foto: El Teatro Fénix del Costa Luminosa.

Paris, 5 de abril de 2022.

Querida Ofelia,

de nuevo hicimos un bello crucero. Partimos del puerto de Marsella el 19 de marzo. Recordé mi infancia en Camajuaní y sus parrandas en ese Día de San José, santo patrono de mi pueblo.

La primera escala fue en Barcelona, en donde paseamos por Las Ramblas, visitamos El Pueblo Español y el Barrio Gótico.

Teníamos a bordo cada noche un espectáculo en el Teatro Fénix. Esa noche hubo un gran momento de emoción cuando el cantante español Fran Cobos cantó una hermosa canción dedicada a su esposa ucraniana, mientras que en la pantalla del escenario flotaba la bandera de la martirizada Ucrania. Provocó una gran ovaci

Cada día había numerosas actividades deportivas (activación muscular, ejercicios abdominales) o culturales a bordo, las primeras en el Lido del puente 9 alrededor de la piscina. También clases de salsa, zumba y otros ritmos tropicales.

El 22 y el 23 de marzo los pasamos paseando por Lisboa bajo la lluvia: el Barrio Gótico de Alfama, la Catedral, el Monasterio de los Jerónimos, el Monumento a los Navegantes, la Torre de Belén, La Plaza de la Libertad en la que había un gran cartel de solidaridad con Ucrania con la bandera de ese país. Recorrimos el Palacio Real de Queluc (vetusto como el de Estocolmo) y sus hermosos jardines.

La Catedral Patriarcal de Lisboa fue construida en el siglo XII, una obra de estilo románico dirigida por el maestro Roberto. A lo largo de los siglos ha sufrido numerosas intervenciones resultado de los cataclismos que afectaron Lisboa, incluido el terremoto de 1755. En el siglo XX fue objeto de restauraciones y reabierta en 1940. Sus principales puntos de interés son el Baptisterio, la Capilla de Bartolomé Joanes, el Vestidor del Patriarca, la Capilla mayor, la Capilla del Santísimo Sacramento, la Sacristía y el Deambulatorio.

El Tesoro de la Catedral de Lisboa guarda y divulga el valor espiritual y religioso de su colección, así como las funciones para las cuales fueron diseñadas sus piezas. Exhibe objetos de carácter litúrgico, de devoción y catequístico, etc.  Entre sus piezas destacan la arqueta relicario del siglo XVII con las reliquias del mártir San Vicente, el cáliz y la patena de San Vicente y el precioso Ostensorio de la Catedral de Lisboa, obra maestra del orfebre Joaquim Caetano de Carvalho.

Cenamos en la primera noche en el Café Luso, donde disfrutamos también de un recital de Fado (¡Qué tristeza!) interpretado por cuatro cantantes que me hicieron recordar físicamente a la gran Martha Estrada.

El segundo día paseamos (bajo la lluvia) por Cascais, Sintra y la lujosa Estoril. Almorzamos en el restaurante típico “Curral dos Caprinos”, con la buena cocina tradicional portuguesa.

Esa noche a bordo se celebró “Costa Club Show”, en el que nos hicieron una foto con el Capitán, que posteriormente nos regalaron.

En la Isla de Lanzarote recorrimos el impresionante parque Nacional de Timanfaya con sus volcanes durmientes, paisajes de lavas y cenizas que nos recordaron a Islandia. También visitamos las bodegas de vinos de Moscatel.

Al regresar al barco fuimos a la Heladería Italiana. Si esos son helados italianos, yo soy japonés. ¡Qué sabores insípidos!

Nuestro elegante Ristorante Costa Club nos ofreció una excelente calidad de platos y el personal es muy profesional.

En Tenerife recorrimos el bello barrio de La Orotava, recordamos a los primos de mi esposa cuando vivían allí y cómo paseamos con ellos por toda la isla. También recorrimos el impresionante Jardín Botánico.

Una señora francesa que estaba sentada detrás de nosotros en el autobús mandó a callar a un señor que estaba delante de nosotros en la fila de la derecha. El Sr. le respondió: “¡Eres una víbora, no es la primera vez que lo haces. Tu problema es que estás falta de marido!”

En la isla de Madeira paseamos por el centro de Funchal, fuimos hasta el Mirador, visitamos la gran Catedral y el Jardín Botánico. Al pasar frente al célebre Hotel Reids, la guía dijo al micrófono: “En este hotel se han hospedado innumerables personas célebres como Wiston Churchill, Sissi la Emperatriz de Austria y vivió el inicio su exilio el dictador cubano Fidel Castro.” Yo le dije- fue Fulgencio Batista. Ella comenzó a reír y me respondió: “disculpe, me equivoqué de dictador.”

Tuvimos la oportunidad de conocer y entablar conversaciones, simpatizar etc. Con varias personas: la encantadora Madame Paulette Barbaz, una señora de una elegancia exquisita y belleza intemporal a pesar ce pasar ya los 80 años; los catalanes Aurora Payato y Saturnino Hernández, pareja muy simpática; la pareja formada por el dinámico francés Michel y su dulce y bella esposa de la Isla de la Reunión Michaella; la Sra. argentina Nora Vázquez, mujer de gran sentido del humor con la cual nos divertimos mucho.

Nora se sentaba siempre en la primera fila del teatro a la derecha, llegó esa noche un vulgar hombre viejo que quería esa butaca, ella se negó a dárselo. Comenzó a insultarla. Fui a defenderla y él me insultó a mí también. Nos amenazó con que nos iba a llevar a la cárcel. Comprendimos que quizás fuese un caso psiquiátrico. A partir de esa noche Nora se sentó con nosotros al centro con mi esposa, Paulette y yo en la cuarta fila. El hombre nos filmaba desde lejos y nos tomaba fotos. Pero lo curioso es que había un joven autista en la primera fila, que a partir de ese momento, cuando nos encontraba en el barco o en las excursiones nos saludaba y aplaudía.

El día primero de abril se comenzó a aplicar la disposición de que no era obligatorio bajar del barco solo en excursiones, así que nos dedicamos a pasear por la ciudad que conocemos muy bien.

Para terminar quiero darle las gracias a la Srta. Clédia Amelin de Costa France, por habernos organizado este magnífico crucero.

A continuación quiero darle también las gracias por su profesionalismo, gentileza y otras cualidades a: el malagueño Daniel, responsable de atención a los turistas hispánicos; al cremense Edouard y al gran Roberto, este último verdadero embajador de la calidad Costa, ambos de reservaciones de próximos cruceros; a la Srta. María Esther Chong, responsable del Costa Club; al maître del Ristorante Club Conrad Brugada y a nuestros dos camareros el indio  Prakash y la filipina Joshuabelle; al entrenador deportivo  brasilero  Eduardo; a la veneciana Asia, acompañante de nuestros dos días por Lisboa; a la italiana Maria Pia de la recepción y por último al indio Charles, que fuera nuestro camarero de la suite panorámica 7405.

Cuando el 1 de abril a bordo de la Costa nos dijeron que íbamos a seguir a Barcelona, pues una tempestad impedía que el barco anclara en el puerto de Marsella, fui a la recepción y pude hablar con Sara Tagliani, ¿Responsable de Atención al Cliente? Le mostré los billetes de tren que habíamos comprado con Costa, en los que estaba escrito que era posible cambiarlos de fecha por solo 15 euros cada uno, pero antes de la salida del tren. Me respondió que no podía hacer nada, que yo debía comprar nuevos billetes y luego reclamar a Costa el reembolso. Yo insistí, pero ella no me escuchó. Actitud muy poco elegante. Fue la única persona que por incompetencia o mala fe no nos ayudó durante este bello crucero. ¡Qué lástima!

Así que tuve que comprar de nuevo los billetes de tren Marsella – París desde el barco, gracias a la conexión a Internet. Costaron 232 euros, para el 3 de abril.

Al llegar a Barcelona nos dieron una bolsa de pic-nic y nos llevaron en cómodos autobuses hasta el magnífico Hotel Golden Tulip de Marsella, en donde nos dieron otra bolsa de pic-nic. Al día siguiente después de desayunar fuimos en taxi hasta la Gare Saint Charles en donde subimos a un TGV y tres horas más tarde estábamos en la parisina Gare de Lyon.

Un gran abrazo con cariño y simpatía.

Félix José Hernández.

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