Convocan en Madrid al primer encuentro de descendientes de españoles

Grupo Aristeo en colaboración con la Asociación Inmigrantes sin Fronteras convocan al primer encuentro de descendientes de españoles, que tendrá lugar en el hotel Villamadrid de 09.00 a 19.00 H, con entrada totalmente gratuita y aforo limitado.

Consultoría de abogados madrileña, junto a la asociación “Inmigrantes sin Fronteras” convocan al primer encuentro de descendientes con el objetivo de promover una reforma integral del Código civil para que los hijos y nietos de españoles accedan a la nacionalidad española, al margen de intereses partidistas. En su comunicado difundido hoy, el grupo ARISTEO sostiene que:

“Las formas de obtención de la nacionalidad se mantienen recogidas en un código anacrónico y, según convenga o no al político de turno, se aplica un pañito de agua tibia al dolor cuando se torna colectivo. Parches temporales, nada definitivo. Es evidente que hace falta voluntad para entender lo que grita la evolución y su contexto. Todos quienes de una forma u otra conocemos la realidad que viven los descendientes de españoles sabemos que urge legislar en concreto sobre la materia. Es necesaria una Ley de Nacionalidad que defina, integre y respete las necesidades y derechos de quienes tienen la españolidad impresa en el ADN”.

Por todos esos argumentos, convocan a esta reunión abierta el 23 de marzo, no solo a los profesionales de la materia, sino a todos aquellos que puedan aportar soluciones ya que reconocen que:

«La importancia de una Ley que recoja puntualmente los criterios normativos que regularán definitivamente la adquisición de nacionalidad por derecho de sangre para los descendientes de españoles es más que imperativa. Aunque se planteen instrumentos temporales, como ha sido el caso de la Ley 52/2007 o del Proyecto de Ley para descendientes 122/000055, la realidad es que esta no es una situación coyuntural que deba ser atacada en momentos puntuales, sino que se trata de un asunto que prevalece y prevalecerá en el tiempo, en tanto existan españoles migrando y en tanto sus hijos y los hijos de sus hijos continúen llevando sangre española en sus venas.

No es la tierra (ius soli) la que determina en España la transmisión de nacionalidad originaria, sino la sangre. Eso es un hecho. Pero un hecho sin derecho vale casi tanto como la nada. El descendiente de un español emigrado, que lleva una sangre que tendría que teñirle las venas de amarillo y rojo, no es español. Porque ha nacido en otra tierra, porque su abuela cometió el pecado de ser mujer, porque ha superado la mayoridad o por otras tantas razones que no tienen justificación en un mundo cada vez más global».

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