Pareciera poco evaluado el resultado del protagonismo hispánico en la batalla de Pensacola y sus múltiples consecuencias -luego truncadas por trágicas y miopes circunstancias- para la conciencia histórica española en particular e hispana en general; sin embargo, el caso es que la historiografía estadounidense parece tenerlo bastante más claro y valorarlo en su medida. Muchas veces nos quejamos de que los Estados Unidos no valoran la parte hispánica de su historia; pero el problema, como hemos aventurado en otras ocasiones (1), no es ese, y más nos valdría dejar de lloriquear en ese sentido. El problema somos nosotros mismos, los mismos -valga la redundancia- que no nos valoramos ni potenciamos como Dios manda.
Pasen y vean:
NOTA
(1) Recuérdese: