Wendy Guerra pide paz a Raúl Castro

“Pediría que no sigan prohibiendo nuestros libros e ideas. Prohibido prohibir”

En una entrevista publicada hoy por El País, la reconocida escritora habla de sus gustos literarios, de los textos que le han cambiado la vida y por supuesto de política. Guerra, es hija de una de las poétisas más importantes y desconocidas de Cuba, Albis Torres. Wendy tiene un obra literaria que se conoce sobre todo fuera de Cuba por causa de la censura gubernamental.
Como otros antes de que ella Guerra, no ha decidido romper completamente con la dictadura y exiliarse, al contrario, reivindica su permanencia en la isla a pesar de las dificultades; razón por la cual es el objeto de criticas frecuentes en los ‘medios’ del exilio. Un sonado escándalo se produjo meses atrás cuando se conoció su estilo de vida, que en Cuba contrasta con la del resto de la población.
La cacería de brujas que se desató en las redes resultaba incomprensible, porque todo el mundo sabe que en Cuba las diferencias sociales, no sólo nunca se terminaron, sino que con la transición al capitalismo se han hecho aún más évidentes. Guerra vive bien, ¿cuál es el problema? Al contrario de la nomenclatura del régimen, la escritora no le ha robado un centavo a nadie; por tanto, tiene el derecho de hacer con su dinero y con su vida lo que le parezca.
Tampoco se puede afirmar que su estrategia de no exiliarse la haya reconciliado con las autoridades culturales de Cuba, que han terminado por aceptar a otros autores, incluso más polémicos; así es que su ostracismo tiene el sabor de un sacrificio inútil, pues no le ha aportado hasta el momento, ninguna de las ventajas de las que disponen otros escritores que siguen dentro de Cuba, a saber: la presencia en las instituciones y en el exiguo panorama editorial insular.
Tal vez es por esa razón en la que Guerra pasa de vez en cuando a la ofensiva, con un ¡eh, aquí sigo, escuchadme! que siempre sigue el mismo patrón de mucho ruido con pocas nueces. Esta entrevista a menos de dos semanas de inaugurarse la Feria Internacional del Libro de La Habana, no será una excepción, pues la escritora cubana ha pedido al general Raúl Castro desde el diario español que publiquen sus libros en Cuba. “Le pediría que no sigan prohibiendo nuestros libros e ideas. Prohibido prohibir”, dijo al periódico.
Es curioso que el susodicho y desprestigiado medio, haya publicado esta misma semana un editorial, ‘Raúl Castro debe moverse’ dando consejos en el más puro estilo  Wendiano al general presidente.
Artículo de El País.
La escritora cubana Wendy Guerra (La Habana, 1970) vive sola en su propia isla. Su obra, mucho más divulgada y reconocida en el exterior que en su país, se compone de cuatro libros de poesía y cinco novelas, la más reciente, Domingo de revolución (Anagrama), publicada el año pasado. Alumna aventajada de los talleres de guion de Gabriel García Márquez en Cuba, ha recibido el premio Bruguera en España y la Orden de las Artes y las Letras en Francia, entre otros. “En Cuba no existo, la censura me muele”, se lamenta. “Ahora mismo llega la feria del libro de La Habana y no tengo ni entradas, no puedo participar”.

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