Una entrevista de Eduardo Manet para el periódico Granma

Invitado por el Consejo Nacional de las Artes Escénicas. El destacado intlectual se encuentra en La Habana

 
La vida con su capricho cíclico ha hecho que Eduardo Manet-González disfrute por estos días, de los atardeceres habaneros desde un apacible balcón que solo tiene por escenario el mar y su horizonte. El famoso director de cine, escritor, dramaturgo —el mismo que fundó el Conjunto Dra­mático Nacional y fue un colaborador permanente de la cultura cubana en muchos espacios du­rante la década de los 60— disfruta de la invitación que le ha hecho el Consejo Nacional de las Artes Escénicas y la maestra Flora Lauten, para realizar con el grupo Buendía, el montaje de Éxtasis: un homenaje a la Madre Teresa de Ávila, espectáculo que tendrá su estreno durante el 16 Festival de Teatro de La Habana.
Convertido por muchos años en presidente de honor de la Sociedad de Autores y Compositores Dramáticos de Francia, Manet había estado en Cuba en el 2014, como parte del programa que mostró la Semana de la Francofonía. En aquel mo­­mento Flora Lauten y Raquel Carrió junto al Buen­día ofrecieron una lectura dramatizada de Las monjas (1969), probablemente el texto que ma­yores alegrías ha dado a este santiaguero. Dis­frutar de aquella lectura hizo que Manet decidiera escribir un monólogo para Flora Lauten.
Sobre la experiencia y en entrevista exclusiva, el dramaturgo reveló: “Cuando estuve aquí, me quedé enamorado del trabajo de Flora. Debo confesar que yo la conocía poco antes de irme de Cuba, porque en 1968 ella era una actriz joven. Cuan­do regresé a Francia el año pasado, nos em­pezamos a escribir mensajes y me di cuenta que estaba intercambiando correspondencia con una gran directora, pero también con una gran actriz. La empecé a seducir con un proyecto que partiría de las cartas de Teresa de Ávila, un personaje con el que no se ha sido justo. Cuando se leen las 468 cartas, se ve que era una mujer de talento, de fuerza. Por eso le propuse a Flora escribirle un monólogo. Ella me advirtió que era tímida como para estar sola en escena. Entonces le dije que hiciera una versión junto a Raquel Carrió, su dramaturga de siempre. Ahora el texto está firmado por los tres. En esta nueva escritura surgieron otros personajes. Flora es una actriz impresionante con una presencia escénica extraordinaria. Creo que esa va a ser la gran sorpresa para el público. Lo que quedará luego es ver cómo organizar una gira internacional.
La estancia de Manet en La Habana le ha desa­tado un torrente de emociones a este hombre, que siempre había creado su literatura en francés. Aún sin ver el estreno de su pieza teatral con el Buendía, Manet ya tiene en mente escribir su primera novela en español.
“Yo no ceso de escribir. Creo que moriré con las botas puestas y con la pluma en la mano. Ahora mismo tengo un libro con mucho éxito, basado en la posibilidad de que yo sea nieto del pintor impresionista Edouard Manet (1832-1883). Mi verdadero nombre es Eduardo González-Manet. Con el tiempo me fui quedando solo con Eduardo Manet. Pero he hecho muchas investigaciones y es posible que mi padre sea el hijo bastardo del pintor con una española. Sobre el tema hice una novela en francés que se titula Le Fifre (2011), y que ha sido traducida al español con el excelente título de La amante del pintor. La venta ha tenido éxito sobre todo en los jóvenes estudiantes que adoran la pintura francesa.
“Al ver todo esto, me dije que ya era hora de escribir en español. Lo primero que hice fue este monólogo para Flora, pero te voy a dar una primicia…, ahora quiero escribir una novela en español. Yo adoro la cultura china y tengo la idea de hacer una historia de amor en La Habana, entre un chinito que llega de Cantón y una francesita que vive en Cuba. Por supuesto, ninguna de las dos familias quieren que la pareja se case, pero el amor es más fuerte.
Es una doble historia de amor entre el chinito y la francesa, pero también entre China y Cuba, que se desarrolla entre 1919 y la caída de Machado”.
Sobre su presencia en La Habana después de tantos años de ausencia y la polémica que pudiera desatar en algunos medios internacionales, Manet expresó con firmeza:
“Los tiempos cambian y hay tres tipos de personas: los que viven en el pasado, los que viven en el presente y los que viven en el futuro. Yo soy de los del presente y el futuro. Los cambios que hoy se propone Cuba, se podrán hacer paso a paso. Mi deseo es poder regresar más frecuentemente por el placer de ver a mis amigos, de ver el mar. Pienso que los cambios son positivos y que la honestidad de cada uno debe estar presente en lo que hace Cuba hoy, que puede ser de verdad muy brillante.

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