Una aproximación a Afal: Donación Autric-Tamayo en el Museo Reina Sofía

Date:

Madrid, 3 de julio de 2018.
Querida Ofelia:
La exposición se nutre de una selección de la reciente donación excepcional al Reina Sofía de la familia Autric-Tamayo -formada por alrededor de 650 fotografías-, quien ha hecho posible la investigación de archivos y la adquisición de importantes copias de época y material todavía inédito. La Colección del Museo ha sido ampliada en los últimos años gracias a las donaciones por parte de Carlos Pérez Siquier, la Fundación Alberto Schommer, Agustín Pániker, Aurora Ontañón, Gonzalo Juanes Asensio y de los hermanos Terré Alonso. La llegada de estas fotografías de la mano de Autric-Tamayo a la Colección, va a permitir completar y reforzar el núcleo de fotografía española de mediados del siglo pasado y convertir a la institución en una referencia para el estudio e investigación de la obra de AFAL, colectivo al que se dedicará una sala permanente con el nombre de los donantes Autric-Tamayo, en la cuarta planta del edificio Sabatini.
La exposición, organizada en el marco de PhotoEspaña 2018, reúne la obra de 13 reconocidos fotógrafos: Joan Colom (Barcelona 1922 – 2017) Gabriel Cualladó (Massanassa, Valencia 1925 – Madrid 2003), Francisco Gómez (Pamplona 1918 – Madrid 1998), Gonzalo Juanes (Gijón 1923 – 2011), Ramón Masats (Caldes de Montbui 1931), Oriol Maspons (Barcelona 1928 – 2013), Xavier Miserachs (Barcelona 1937 – 1998), Francisco Ontañón (Barcelona 1930 – Madrid 2008), Carlos Pérez Siquier (Almería 1930), Leopoldo Pomés (Barcelona 1931), Alberto Schommer (Vitoria 1928 – Madrid 2015), Ricard Terré (Sant Boi de Llobregat, Barcelona 1928 – Vigo 2009) y Julio Ubiña (Santander 1922 – Barcelona 1988).
A partir del relevante conjunto de fotografías de este grupo reunido durante más de veinte años por Adolfo Autricy Rosario Tamayo, Laura Terré, hija de Ricard Terré y comisaria de esta muestra, propuso al Museo en 2016 reunir un conjunto representativo de obras de Afal como respuesta al interés que en los últimos años el Reina Sofía ha demostrado por la fotografía española de mediados del siglo XX y en particular por estos fotógrafos. Buena cuenta de ello es que a partir de 2009 se dedica una sala dentro de la Colección permanente a la fotografía de ese momento, se presenta la exposición Libros que son fotos, fotos que son libros y se publica el volumen fotos & libros. España 1905-1977.
AFAL: retrato de una época
El colectivo de fotógrafos denominado Grupo Afal tuvo su origen en AFAL, una revista especializada en fotografía y cine que se publicó durante siete años (1956- 1963) en Almería, y cuyos creadores fueron José María Artero García y Carlos Pérez Siquier. La independencia de sus planteamientos y la frescura de su tono atrajeron enseguida a fotógrafos inquietos de todas partes de España y, de esta manera, la revista se convirtió en el motor de la renovación de la fotografía española después del periodo de posguerra.
La selección de las más de 200 fotografías para la muestra se ha llevado a cabo entre el millar de obras del periodo que ahora se conservan en la Colección del Museo. La exposición exhibe fotografías de época, material documental y proyecciones de imágenes fotográficas, y se completará con la publicación de un libro ilustrado, con textos críticos de diferentes colaboradores, junto a una antología de artículos del periodo.
Los trabajos seleccionados fueron creados a lo largo de dos décadas: la que arranca en 1950 como punto de partida y momento de formación y ensayo de un nuevo lenguaje, y la de los 60, en la que los autores encontraron un discurso y cuajaron proyectos largamente madurados. La procedencia de cada uno de los integrantes del grupo permite representar la diversidad y la dispersión del territorio español; algo que convirtió a Almería, durante dos décadas, en lugar de encuentro por encima de cualquier otra seña de identidad territorial. La muestra se articula además bajo los conceptos que marcaron el periodo, las tensiones estéticas y los planteamientos vitales que definieron a estos autores enmarcados entre el formalismo y el documentalismo, el humanismo y la experimentación, el reportaje y el ensayo.
Una aproximación a Afal: Donación Autric-Tamayo comienza exhibiendo numeroso material documental, como la correspondencia que se escribieron entre los miembros del grupo, y los números de la revista Afal publicados entre los años 1956 y 1963. En diciembre de ese año la revista dejó de publicarse, debido a un fuerte déficit que arrastraba desde la liquidación del anuario de 1958.
«Las revoluciones tienen que morir jóvenes –dijo años más tarde Pérez Siquier cuando le preguntaron por las causas de aquel cierre- y no hay que procurar alargarles la vida porque languidecen.»Pero Afal no murió allí. Los fotógrafos que compusieron el grupo han demostrado en su trayectoria el acierto de la apuesta de Pérez Siquier y José María Artero por su obra.
Aquí vemos la edición del Anuario de la Fotografía Española Afal de 1958 que dio a conocer al Grupo Afal en el extranjero, estableciendo relaciones con otros grupos internacionales desde la concepción de “fotografía española”. Aquí se muestran fotografías de los 13 autores de los años 1958 y 59, lo que invita al espectador a descubrir cómo era el trabajo de cada uno de ellos, y las diferencias técnicas y estéticas que había entre los integrantes del grupo. Del anuario se imprimieron dos mil quinientos ejemplares, con más de cien reproducciones en hueco grabado de cuarenta y ocho autores, entre los que se seleccionaron las diversas tendencias coexistentes en España, desde profesionales como Francesc Català-Roca, Nicolás Müller, Ramón Bargués y Leopoldo Pomés, a los jóvenes que entonces empezaban su aventura como fotógrafos. Destacan los portfolios de Ricard Terré, Alberto Schommer, Ramón Masats, Oriol Maspons y Carlos Pérez Siquier, que presenta por primera vez la serie La Chanca.
También fue fundamental su relación con Le Club Photographique Les 30 x 40 de París y su director Roger Doloy, que además fue redactor de la revista Afal, con los que llevaron a cabo una exposición colectiva (1959) en la Biblioteca de la embajada española de París, y que aquí se reconstruye la sala donde se hizo dicha muestra, que luego itineró por Berlín, Moscú y Milán. La captación de fotografías para la exposición de París se hizo a tres bandas: el grupo de Madrid, Barcelona y por último desde Almería. Afal y Les 30 x 40 hacen constar en sus papeles que se reservan el derecho de la libre circulación de las imágenes durante dos años, para exponerlas en ciudades francesas, españolas y otras que pudieran surgir del extranjero. La idea de un catálogo ambicioso que supliera la edición para un anuario de 1959 no se llegó a realizar. En su lugar se editó un pequeño folleto.
De Alberto Schommer a Leopoldo Pomés
La muestra continua con las series concretas de los autores. Comenzamos con La ciudad de Alberto Schommer, sobre la vida en la ciudad de Vitoria en el año 1955, y que ha sido donada por la Fundación Schommer para formar parte de este proyecto global. Francisco Ontañón documentó el ambiente de la capital para la serie Vivir en Madrid, que también se convertiría en un libro publicado por Kairós, editorial fundada por Salvador Pániker y que ha donado material sobre la realización del libro. Cierra la sala la serie de Joan Colom El Carrer, sobre el barrio barcelonés de El Raval.
Gonzalo Juanes es el siguiente protagonista mostrando su obra en varios soportes. Vemos una proyección de diferentes series suyas en color, algo muy poco usual en aquella época, entre las que destacan Calle Serrano. En el Grupo Afal fueron Carlos Pérez Siquier y Juanes los fotógrafos que escogieron el color para profundizar en la realidad y en el tiempo que les tocó vivir, a conciencia de que el color era el lenguaje más contemporáneo, más apropiado para su descripción, no sólo por ser más “realista”, más conforme a la apariencia, sino por disminuir la distancia entre los seres retratados y el público espectador. En blanco y negro vemos el Álbum de Isabel, realizado en 1956 y la serie Gente de Asturias.
Gabriel Cualladó y Francisco Gómez fueron dos fotógrafos cuya obra es complementaria, y que realizaron varias exposiciones de manera conjunta. Ellos reflejan una misma época, pero desde perspectivas distintas para profundizar en cuestiones emocionales a través del retrato, de los objetos, del paisaje y de las arquitecturas. Gómez y Cualladó están presentados por sus series “únicas”, en el sentido de que se han extendido a lo largo de su carrera cambiando de escenarios, temáticas y personajes para lograr una estética coherente y un fondo argumental semejante: Cualladó trabaja esa poética humanista a partir del retrato, así como Gómez lo hace a partir de las cosas inertes, los espacios urbanos y las arquitecturas.
El trabajo de Carlos Perez Siquier con su icónica serie La Chanca, sobre el popular barrio de Almería, está realizado en color y en blanco y negro.Los fotógrafos que trabajan en un territorio se interesan por la descripción de la vida y las relaciones en un espacio acotado. El encuentro fortuito con sus habitantes es la característica más relevante en las maneras de trabajar. Junto a Pérez Siquier está Ricard Terré con su serie sobre Galicia y los rituales de peregrinación.
En último lugar vemos los proyectos editoriales de Xavier Miserachs con la selección que compone el libro Costa Brava Show, un trabajo cuyo origen se encuentra en el año 1956, pero que no se llega a completar y publicar hasta 1967, y la maqueta completa de Ramón Masats para el libro sobre Los Sanfermines, realizado entre 1958 y 1962. También encontramos los trabajos de Julio Ubiña y Oriol Maspons. Socios y amigos durante muchos años, Ubiña presenta su reportaje sobre la muerte de la bailaora Carmen Amaya(1963), y el reportaje de la estancia de E. Hemingway en Pamplona. Oriol Maspons muestra sus Escenas españolas y la serie que el mismo autor llamaba trabajos De glamour, fotografías sobre moda y en muchas ocasiones muy modernas para el contexto de la época en las que se realizaron. Leopoldo Pomés y su serie de Toros (1958) cierran el recorrido de la exposición
Grupo AFAL: renovación de la fotografía en España
Los núcleos más importantes de Afal, además de la sede de Almería, fueron los que se reunían en torno a la Agrupación Fotográfica de Cataluña, en Barcelona, el Casino de Comercio de Terrassa, la Agfoval de Valencia y la Real Sociedad Fotográfica de Madrid. Superando cualquier particularidad, el proyecto Afal siempre se entendió a nivel nacional, como sello de la fotografía española. El gran mérito de Afal consistió en la introducción de la “Joven fotografía española” en los certámenes extranjeros donde se pudo medir su talento en el contexto de la fotografía de vanguardia europea. Los más importantes fueron el Salon Albert I de Charleroi (Bélgica) y la Bienal de Pescara del año 1958. En diciembre de 1959 llevaron a cabo la exposición colectiva en París junto al grupo francés Les 30 x 40.
En Afal, además de fotografías, se publicaron textos de la literatura fotográfica de la época, traducidos al español. En su sección de cinematografía, bajo la dirección de Guillermo Berjón, colaboraron críticos de altura como José María Berzosa, Joaquín de Prada, Manuel Michel y Ricardo Muñoz Suay. La interacción entre literatura e imagen fue una propuesta original de Afal desde sus primeros números. El buen criterio de Artero añadió atractivo literario a la revista, con la inclusión de textos de los poetas Manuel Alcántara y Antonio Castro Villacañas, así como la selección de autores clásicos silenciados por la censura como los hermanos Machado, Unamuno, Valle Inclán, Azorín y García Lorca. Pero lo más novedoso de la revista fueron los portafolios monográficos, dedicados a fotógrafos tanto españoles como extranjeros.
La revista tenía un alto nivel de exigencia. A pesar de los rudimentarios sistemas de impresión y la mala calidad de las tintas y los papeles, sus editores lograron un producto moderno y diferente en la compaginación, la selección de los tipos de letras y dibujos, la inclusión del bitono, las páginas desplegables y la manera de insertar la publicidad respetando los contenidos, nada habitual en las revistas españolas de la época.
El Grupo Afal tuvo una clara vocación internacionalista. Sentían la falta de libertad que les impedía fotografiar abiertamente la sociedad en la que estaban inmersos y, aunque la hubieran fotografiado, la falta de posibilidades de hacer públicas las fotografías, de infraestructura editorial, de industria cultural, y la falta de exigencia de calidad en los distintos campos de aplicación de la fotografía (moda, publicidad, reportaje etc.), les suponía un serio hándicap. Y como extremo,aun habiéndolas publicado, el escaso retorno que tenían. No así la reacción que produjeron sus trabajos en el exterior.
El gran mérito de Afal consistió en la creación de una tendencia: “La Joven fotografía española” que introdujo en los certámenes extranjeros donde se pudo medir su talento en el contexto de la fotografía de vanguardia europea. Los más importantes fueron el Salon Albert I de Charleroi (Bélgica) y la Bienal de Pescara del año 1958. En Almería Afal organizaba, con motivo de “las fiestas de invierno”, una convocatoria a la que acudieron los mejores fotógrafos del país. Pero Afal creía que el mejor destino de la fotografía era la edición. Y, de hecho, sus productos editoriales, incluida la revista, fueron las iniciativas de mayor éxito internacional.
Una aproximación a Afal: Donación Autric-Tamayo. Del 13 de junio de 2018 al 19 de noviembre de 2018 Museo Reina Sofía. 4ª planta, Madrid. Comisariado: Laura Terré. Directora del proyecto: Rosario Peiró. Coordinación : Carolina Bustamante y Concha Calvo.
Un gran abrazo desde nuestra querida y culta Madrid,
Félix José Hernández.

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