La portavoz del Grupo Parlamentario VOX en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, ha realizado, esta mañana, su intervención en el Pleno de Investidura, sin candidato, de la XI legislatura de la Comunidad de Madrid. Durante su discurso, Monasterio ha defendido los intereses de los casi 300.000 madrileños que depositaron su confianza en VOX el pasado 26 de mayo y a los que no se puede ningunear.
La portavoz ha comenzado su discurso dirigiéndose a los miembros de la Asamblea, a quienes ha recordado que hace más de un año, mientras en la Asamblea de Madrid se legislaba en favor de los vientres de alquiler y el adoctrinamiento de niños en las escuelas, VOX estaba fuera luchando por los derechos de la mujer y la libertad de nuestros hijos.
Defensa de la libertad
Monasterio ha recordado que la defensa de esa libertad es la que ha hecho que tantos madrileños hayan elegido a los diputados de VOX como sus representantes en la Asamblea. Y ha insistido en que VOX continúa con la mano tendida para poder formar un gobierno que impida que Madrid se convierta en otro campo de pruebas de la izquierda sectaria y del Sanchismo. Han elegido a VOX, ha explicado Monasterio, no para que no saliera elegida la izquierda, sino para no dar continuidad a las políticas establecidas por el consenso socialdemócrata. Por eso, ha insistido, es necesario el compromiso del Partido Popular y de Ciudadanos para conseguirlo.
El final del discurso de Monasterio se ha centrado en enumerar los derechos por los que no dejará de luchar. El derecho a pensar distinto y en libertad; a no pasar por el «rodillo ideológico» de la izquierda; a defender a la persona con independencia de su raza, sexo u orientación sexual; a defender la vida y la familia, la igualdad frente al feminismo radical, a defender que no hay una interpretación única de la historia, a defender una inmigración legal y ordenada, al derecho de los padres de elegir la educación de sus hijos. En definitiva: el derecho a cuestionar y combatir el consenso socialdemócrata que tanto daño ha hecho.