Tenemos delante una de las realidades actuales de la intelectualidad española. Tenemos ante nosotros, nada más ni nada menos, a la esquiva a la hora de entrevistar Raquel Gil Espejo, una mujer de su tierra, fiel a sus raíces andaluzas, que a diferencia de otros que hacen renglones, ella forma parte del pequeño círculo de aquellos escritores, que, por su profundo hacer, toman número entre los intelectuales.
-Buenos días amiga.
Responde a nuestro saludo con una amplia sonrisa, y sigue insistiendo en que tomemos más nota de su localidad, de su pueblito, Añora, en la comarca de Los Pedroches, que el motivo básico que nos ha llevado hasta allí, para acompañar por unas horas a la joven que, por decirlo de alguna manera, está serenando nuestras agitadas mentes cuando saboreamos sus renglones, o nos quedamos en silencio alimentados por sus poemas.
EC.- ¿Qué se siente cuando alguien sabe que su libro entra y se queda dentro de la gente?
RG.- En ocasiones, como una tremenda responsabilidad; incluso un poco como algo parecido al miedo, al vértigo; pero siempre supera toda duda, el saber que en su día lo escribiste con el mejor sentido que puede poner activo una persona que escriba: el sentido de la honorabilidad; un sentimiento que abarca muchos conceptos, todos deseables.
EC.- ¿Qué destacarías tú de tu trilogía, de tu Saga Alas y Raíces como el chispazo que despierta pedazos aletargados en nosotros?
Sonríe con su atractivo personal de mujer sencilla. Se queda como repasando mentalmente su obra, y por fin dice:
-El hecho en sí de que la gente camine por sus renglones, con la soltura que se camina por una alameda paseando, puede ser uno de los motivos para que a los lectores le llegue aquello cuanto yo traté de generar al escribirlo.
Nos contesta, y hemos visto que se ha quedado, como pensativa.
EC.- ¿Dónde se puede hacer uno con tu obra, que dicen que ha agitado un tanto las monótonas y tranquilas aguas de lo que sale al mercado actualmente?
Da la sensación como si le costara mucho entrar en la parte comercial.
RG.- Se puede adquirir en establecimientos como Amazón o la Casa del Libro.
La escritora hace un punto y aparte y continuamos.
Nos sigue insistiendo en la belleza de su localidad, que nos fijemos en ella; que tomemos debida nota de Añora, en el impresionante valle de Los Pedroches.
EC.- Es una pregunta tópica, que no nos gusta mucho hacer; pero en tu caso hay que hacerla por tu dualidad de mujer poeta y escritora ¿Qué prefieres construir?
No necesita mucho para responder:
-La poesía siempre va conmigo, con mi teclado, con lo que estoy escribiendo. Yo diría que es como un tatuaje que, si lo intentas, lo podrás amortiguar de tu piel, pero nunca lo podrás borrar del todo.
Cuando escribo-continua- el tatuaje de mi vida, la poesía, va conmigo con su hermoso caudal.
Nos despedimos de ella. Le dijimos también adiós a una tierra que impresiona con sus hermosos silencios.
Con un marco así, no es de extrañar que haya nacido una gran mujer y una gran poeta- escritora.
