¿Qué decían es España sobre la independencia de Cuba en 1869?

Conviene recordar estos argumentos, que son en definitiva los mismos que se utilizan hoy para deslegetimar el proceso independentista en Cataluña. No bastaron.

Los que proclaman y piden la independencia de Cuba no son los primitivos pobladores de la Isla, no son los que la descubrieron y la conquistaron: no alegan por consiguiente ni pueden alegar el derecho de la posesión antigua, ni el derecho de la conquista; no alegan más que la ingratitud, y la ingratitud no es un derecho, la ingratitud es un crimen.
Pero dirán que les asiste el derecho de separación. No yo, un escritor perteneciente a la escuela política más avanzada va a contestarles. Admitir esa doctrina, dice, es introducir en el derecho público de la cristiandad un principio de anarquía. Ese derecho que se pregona tan alto es la negación de toda unidad nacional. Esa pretensión inaudita puede traducirse así: toda provincia, toda fracción del pueblo tiene el derecho de separarse del Estado de que forma parte cuando y como le conviene y para justificar su conducta, es suficiente una mayoría local más o menos dudosa que sería una minoría en la nación. Error monstruoso, contesta el mismo publicista. —Si toda minoría descontenta tiene el derecho de separación ¿cuál será el límite de ese desmigajamiento de las naciones? ¿Por qué las provincias no podrán segregarse de los Estados y las ciudades de las provincias? ¿Por qué no tendrán ese derecho .N. Orleans, Génova, Colonia o Estrasburgo?
La revolución de Cuba. Exámen de su manifestaciones y tendencias, 1869.
Con motivo de la lucha que ensangrienta y mancha este suelo oímos pedir todos los días noticias de la guerra.
España reprime y acabará con esa insurrección, como si se levantasen contra su derecho e integridad del territorio Andalucía, Cataluña, Canarias, Filipinas u otra cualquiera provincia ingrata.
Si Navarra, si Aragón, si otras provincias se han adherido a la metrópoli por enlaces oportunos y sabios de príncipes, u otras causas, que han constituido legítimo derecho, Cuba es hoy parte integrante de España por el incontrovertible de posesión, sancionado por los siglos.
Diario de la Marina, 1869

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