Pedro Sánchez está sentenciando a España

-Por Antonio Moreno Ruiz

Cada día que pasa, las cifras de muertos por coronavirus son más espeluznantes en España, superando ampliamente los 20.000 muertos.

Con todo, el gobierno social-comunista de Pedro Sánchez (vigilado atentamente por Pablo Iglesias) está escuchando a organizaciones procastristas que albergan la “entrañable” idea de importar médicos cubanos. Por lo pronto ya está homologando las titulaciones de médicos cubanos residentes en España.

Empero, Fidel Castro acostumbraba a tratarse con médicos españoles, tales como el cirujano José Luis García Sabrido, el “doctor milagro” que le alargó la vida unos cuantos años. Si la sanidad castrista es de las mejores del mundo, ¿por qué el mismo Fidel no era coherente en la práctica? Parece ser que Hugo Chávez fue más coherente que Fidel Castro en el castrismo médico.

Sea como fuere, es público y notorio que la exportación de médicos por parte del castrismo no es sino un mecanismo de espionaje y tráfico humano utilizado por el régimen de La Habana, cosa que fue ampliamente practicada en el Brasil de Lula y Dilma y en la Bolivia de Evo Morales y continúa en la Venezuela de Maduro.

Asimismo, siguiendo la senda de Evo Morales, Sánchez e Iglesias preparan a España como estado plurinacional.

Se está implementando, a su vez, una férrea censura que ya asalta las redes sociales mediante “filtros” con whatsapp y Facebook controlados por la empresa Newtral, cuya cabeza visible es la izquierdista Ana Pastor, pareja del también izquierdista Antonio García Ferreras, presentador de La Sexta. Con referencia estos medios insertados en el duopolio de Atresmedia y Mediaset, han sido beneficiados con 15 millones de dinero público español por obra y gracia del gobierno social-comunista.

Otra conexión castrochavista la tenemos en el ministro del interior Fernando Grande-Marlaska: El juez devenido en político ha saludado en un par de ocasiones a los presos, poniéndolos como ejemplo cívico en plena crisis del coronavirus, mientras que olvida a policías, guardias civiles y militares. Ya puestos, ya que el G2 cubano tiene las puertas abiertas de par en par en España, podría practicar a placer aquello que tan bien han hecho en Venezuela: Reciclar delincuentes y convertirlos en revolucionarios. Quién sabe, pronto a lo vemos mejor “colectivos” por las calles españolas…

Y así, en esta tragedia de realismo mágico ibérico, Pedro Sánchez firma la sentencia muerte contra España, contra su propia nación; una nación histórica que comparte una historia y una cultura universal con millones de personas al otro lado del Atlántico, siendo que en Estados Unidos, Donald Trump se ha hecho eco de la trágica situación y expone a España como ejemplo de qué no hay que hacer.

Desde Estados Unidos, asimismo, la DEA ya apunta nombres propios relacionados con la política española por su conexión con la narcodictadura venezolana.

Pedro Sánchez está sentenciando a España. No obstante, toda vez que quede margen, siempre habrá españoles que luchen por su libertad y por su patria.

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