Inglaterra no vamos a llorar por ti

Inglaterra, eso siempre es lo que se ha dicho, ha sido a la unión de Europa como un palo al rodar de las ruedas de un carro o de una carreta.

Salvo, claro está, los politicastros que envueltos en la bandera española y de otros países Europeos, a sueldo y comisión del gringo, estén ahora de acá para allá buscando nuevos amos a quién servir y sacarse esos formidable sobresueldos que se sacan defendiendo los intereses gringos y de sus primos los ingleses.
Puede que sea incalculable los millones que nos ha costado, y nos sigue costando a la gente de la calle que un puñado grande de políticos lleven mucho más de sesenta años hablando y no cumpliendo con el mandato originario popular de hacer una Europa de Naciones, realmente unida y con servicios y estamentos comunes.
Inglaterra, eso siempre es lo que se ha dicho, ha sido a la unión de Europa como un palo al rodar de las ruedas de un carro o de una carreta. Y claro, decir en Europa Inglaterra, es decir EE.UU. que sabe sobornar voluntades políticas con la insistencia y eficacia clerical, probablemente hasta superada.
Ahora que se ha ido Inglaterra de Europa, quedan intentándose unir nada más ni nada menos que veintisiete países, que es probable que entre los veintisiete países no sumen el número de bancos en dinero negro, sucio, que maneja Inglaterra sola. Y que como con su salida se lleva gran parte del estiércol financiero europeo, nosotros la gente de la calle, no echaremos ni una sola lagrimica por la salida de los jodíos y latosos ingleses dentro de una Unión que dinamitaron todo lo que pudieron, y han podido bastante, a la hora de que venzan los contaminados politicuchos en Europa sobre los pueblos.
Siempre nos quedará la duda de si, en el fondo, toda esta movida de salirse los bancos ingleses de Europa, no viene por causa y razón de que el dinero sucio del mundo, el dinero estiércol, a ese que billete a billete había que ponerle caducidad impresa de un máximo de cinco años de uso y renovar activándolo si se quisiera hacer las cosas bien, que duerme tranquilamente en la banca santa vaticana y en los bancos de negro ingleses, estos últimos en razón clara de que ya resulta demasiado descarado y tarde o temprano semejante granujería dentro de Europa tiende a desaparecer, los que mandan en Inglaterra y en el mundo, los bancos de dinero estiércol, hayan decido la independencia de cualquier ley europea que pueda joderlos, y así el santo dinero del vaticano no les gana la partida como se la viene, hasta ahora, ganándoles en imposiciones.
Para la gente de la calle, no vemos dificultad alguna de que veintisiete países, guardándose cada cual sus banderas, historias, padres y madres patrios, se unan en una moneda común, en una embajada común por fuera de ellos, en un ejército común, en unas leyes de convivencia común, en una policía común , en una sanidad común, en una hacienda proporcional común, en unos salarios comunes y, en lo que es una Unión de verdad, muy factible de realizar supuesto que hoy en día las comunicaciones y la información y el conocimiento es tremendo y muy rápido.
Pero claro, los politicastros, han vivido y siguen viviendo como verdaderos príncipes del sistema. Y al margen del dicho popular que sentencia que la vagancia es la madre de todos los vicios, en Europa existe un babel de grupos y caciques, desmadrados, haciendo cuadriga, que les importa tres carajos y medio lo de la Unión Europea. Y se van y vienen, y como vienen se van sin que tengan que rendir cuentas a nadie, y, sus cuentas, hasta hoy, y con toda seguridad mañana y pasado mañana, serán asunto particular de la llamada City Londinense, un gigantes muladar financiero, al que le ha comido mucho terreno de unos pocos años para acá el santo banco vaticano, que pesca en el mismo lugar y los mismos activos financiero del mundo de las basuras.
La salida de Inglaterra de una Europa en la que solo estuvo para captar lo que llaman los flujos de capital del euro y aprovechó para eso darle el cálido refugio de la Libra, fue la única ventaja que no la arruinó del todo cara al poderosísimo poder de aguardo en santo recaudo en las cajas fuertes vaticanas y sus extensas sucursales; pero aún así con la libra funcionando, en cualquier momento podrían dictarse leyes desde Europa (esta gente de Podemos y demás subversivos venezolanos son impredecibles) que dejara a los bancos de negro ingleses con el culo al aire.
Como no pasa nada, del modo y manera como mejor descansa el dinero basura en los bancos ingleses sin que pueda haber alguna injerencia extranjera del corte revolucionario de Podemos en un asunto básico en la economía de la Gran Bretaña como es el jugar con una buena parte del dinero basura del mundo, es diciéndole adiós a Europa y así no corre riesgo alguno el dinero negro porque está bajo la protección de la casa real inglesa, una casa la más justa y democrática del mundo (manda cojones)
El problema, por tanto, no sería que Inglaterra se marche, porque tanto antes como ahora comprarán los tomates que necesiten donde más baratos los encuentren, sino que en Europa, los veintisiete que nos hemos quedado, no vamos a tener cojones ni para desarrollar un internet nuestro.
Salud y Felicidad. Juan Eladio Palmis.

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