Negreros de las dos orillas

Si esta información, publicada por un portal oficialista es veraz, se trataría de un escándalo inconmensurable.

Las hoteleras españolas han llegado a acuerdos con propietarios residentes en Miami para evitar problemas con los bloqueos a Cuba que, ahora, se han endurecido todavía más debido a la reactivación de la Ley Helms-Burton, suspendida solo durante 45 días. El Gobierno cubano que preside Miguel Díaz-Canel ya ha avisado de este cambio a las cadenas españolas que gestionan hoteles en Cuba puesto que norteamericanos reclamarán la titularidad de las propiedades expropiadas durante la Revolución.

Asimismo, con esta nueva estrategia Estados Unidos pretende prohibir a quienes explotan dichos bienes todo tipo de beneficio que proceda de los mismos. Esta no es la primera vez que el país liderado por Donald Trump presiona a las empresas extranjeras que invierten en Cuba. En 2005, el Departamento de Estado remitió cartas a las cadenas hoteleras de Baleares amenazándoles de tomar represalias por gestionar complejos turísticos.

En su día, Manuel Marrero, ministro de Turismo cubano, pagó a los propietarios americanos afectados por las expropiaciones y criticó la estrategia de Washington por “estrangular la economía cubana”, según informa Periódico de Ibiza (Cuba: hoteleros españoles alertan por el deshielo de una ley que afectaría sus propiedades), (Sánchez garantiza a los empresarios que Cuba pagará los 300 millones que adeuda).

En este sentido, las hoteleras españolas se han cubierto las espaldas llegando a acuerdos con cubanos residentes en Miami propietarios de solares para evitar problemas a largo plazo, aunque también es cierto que las pretensiones económicas de algunos de ellos han retrasado el cierre de más operaciones. 
Las cadenas españolas esperan que el deshielo de esta ley no vaya a más, aunque se espera que Trump endurezca todavía más su bloqueo a Cuba de cara a las próximas elecciones de 2020.

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