Meliá se prepara para seguir burlando el Embargo de los EE.UU. en Cuba

La cadena española está presente en República Dominicana, Jamaica, Bahamas, Puerto Rico y Cuba. Sus hoteles de estos dos últimos países son los que se han visto más afectados por el paso de los huracanes. En Puerto Rico, el paso de ‘María’ ha causado graves daños a su hotel en la isla y Meliá cree que el destino y su hotel se verán afectados durante un “considerable” período de tiempo. Aún así, creen que este bajón en Puerto Rico puede beneficiar la temporada en otros destinos como Punta Cana.

Sanciones de EEUU hacia Cuba

Pero superada la temporada de huracanes de este año, Meliá se encuentra con otro obstáculo en Cuba: el embargo del creciente turismo estadounidense hacia la isla impuesto por el Gobierno de Donald Trump. En 2016, las visitas de los ciudadanos estadounidenses a la isla aumentaron un 34% respecto al año anterior. La cifra quedó igualada en los primeros cinco meses del año.

La hotelera reconoce que el anuncio del presidente Trump de endurecer las restricciones hacia la isla es uno de sus puntos de preocupación, no tanto porque se dependa de Estados Unidos como país emisor, sino porque “tendrá un impacto negativo en las perspectivas económicas de Cuba”.

Además de las restricciones de viaje, la decisión de Trump de revertir el acercamiento de su predecesor, Barack Obama, ha hecho que esta semana el Departamento de Estado publicara una amplia lista de empresas con operación en la isla a las que vincula con las Fuerzas Armadas cubanas y con las que prohíbe efectuar transacciones a los ciudadanos estadounidenses. Entre ellas hay casi un centenar de hoteles y diez de ellos están gestionados por dos cadenas españolas, Meliá e Iberostar.

Los seis establecimientos de Meliá señalados por la Administración Trump son Meliá Marina Vadarero, Meliá Península Varadero, Meliá Buenavista, Meliá Cayo Santa María, Meliá Las Dunas y Meliá Jardines del Rey.

La decisión del Gobierno de EEUU de prohibir las relaciones comerciales con esta lista de empresas responde a una política de no beneficiar «desproporcionadamente» a las fuerzas militares y a los servicios de inteligencia y seguridad cubanos.

Pese a la situación, la hotelera sigue apostando por crecer en Cuba. “Dada la relevancia que tiene la región para nosotros y el relativo bajo riesgo del modelo que seguimos, buscamos activamente nuevas oportunidades para expandirnos en la isla”, asegura la compañía en la memoria trimestral. Meliá tiene previsto sumar otros once hoteles en la isla en los próximos años y nueve de ellos prevé incorporarlos entre 2018 y 2019.

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