- Pide subir el IVA a productos con tipos reducidos y critica que se reforme el índice de revalorización de las pensiones.
La mayor parte de organismos piensan que España crecerá más de un 3% y el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha sido la última en sumarse a este consenso. La institución dirigida por Christine Lagarde ha revisado al alza en cinco décimas su previsión de crecimiento para este año al 3,1%, es decir, por encima de la estimación del Gobierno que la mantiene en el 3%. De hecho el FMI es optimista y cree que puede ser incluso superior al 3,1% fijado ya que advierte que el crecimiento tiene «riesgos al alza, ya que el impulso generado por las reformas efectuadas puede ser mayor de lo estimado».
La misión del FMI en España, dirigida por la alemana Andrea Schaechter, presenta cada año su informe sobre la economía española en el marco del rescate bancario de 2012. El documento que ha presentado Schaechter en Madrid combina elogios sobre la economía española y sugerencias de reformas al Gobierno.
Entre los primeros, el FMI alaba que el PIB ha ganado en equilibrio gracias a la pujanza del «competitivo» sector exterior y la «recuperación de la industria manufacturera» en detrimento del «desproporcionado» sector de la construcción. Además, destaca que el sector privado ha reducido su deuda a «niveles más gestionables» y elogia la salud del «sólido» sector bancario, en una alabanza indirecta a la gestión de la caída del Banco Popular. Sin mentarlo, el organismo apunta que «la rápida resolución de un banco sistémico nacional cotizado ha eliminado una fuente de incertidumbre en el sistema bancario».
Tras este inicio, el fondo se centra en las sugerencias. El FMI señala que el techo de gasto para 2018 «contribuirá de forma importante a rebajar el déficit, requiriendo la aplicación de la regla de gasto en todos los niveles de la administración». Con su particular argot, el organismo llama a continuar la rebaja del déficit, con atención preferente a las subidas de impuestos: «el margen para medidas más estructurales se encuentra principalmente en el lado de los ingresos, aunque también ayudaría la adopción de reformas destinadas a incrementar la eficiencia del gasto».
Más IVA en ciertos productos
Del lado tributario, las sugerencias del FMI son familiares: reclama pasar productos con un tipo de IVA superreducido –del 4%– o reducido –del 11%– al general –del 21%–, ya que la recaudación en el impuesto de España «sigue siendo significativamente inferior a la de otros países europeos, hasta cierto punto debido a que gran parte del consumo se beneficia de tipos reducidos». También apuesta por elevar las tasas medioambientales y los impuestos «a los niveles de los países homólogos de la UE».
En cuanto a la revisión del gasto que el Gobierno ha anunciado realizará la Autoridad Fiscal mirando con lupa las subvenciones y el gasto farmacéutico, el FMI señala que «dicha revisión deberá estar vinculada a las reformas del modelo de financiación autonómico».
Reforma de las pensiones
La otra gran reforma de la legislatura, la de las pensiones, también es objeto de comentarios por parte del FMI. El organismo reclama que «las reformas se apliquen en su totalidad» y recomienda que se eviten «ajustes puntuales, como por ejemplo en el índice de revalorización de las pensiones». Es decir, desaconseja que se cambie este indicador que se introdujo en 2011 y que moldea la pensión según evolucione las cuentas de la Seguridad Social, como pretenden hacer el PP y Ciudadanos para evitar que los jubilados pierdan poder adquisitivo.
El FMI apuesta por un sistema «financieramente sostenible y socialmente aceptable» en el que «la carga del ajuste debería repartirse entre las generaciones y dentro de las mismas». Para ello sugiere medidas que «incentiven una vida laboral más larga y complementen el ahorro complementario».
Más reforma laboral
La otra vuelta de tuerca que pide el FMI apunta al mercado laboral. Si bien el organismo recoge que las tasas de desempleo «han mejorado significativamente» subraya que el paro juvenil y de larga duración alcanza cotas «entre las más altas de Europa». «Los nuevos contratos temporales han seguido superando en número a los nuevos contratos indefinidos y el empleo a tiempo parcial con carácter involuntario se mantiene en cotas elevadas», concluye el FMI, que apuesta por ahondar en la reforma laboral luchando contra la dualidad del empleo y con mejores políticas activas de empleo.