En cada uno de los barrios, sus vecinos conocen al ciudadano idóneo para ser electo como representante del Poder Popular de la comunidad.
Piensan en que debe ser la persona sencilla, honesta, con actitud correcta ante el accionar de la localidad. Buen trabajador o estudiante, y particularmente defensor de las conquistas revolucionarias e independencia del país.
La experiencia dramática de otras naciones latinoamericanas como Argentina, Brasil y Paraguay, por solo mencionar algunas con gobiernos neoliberales, han traído funestas consecuencias para la inmensa mayoría de esas poblaciones, y ello resulta enseñanza, alerta y advertencia para los pueblos de la región.
En esos Estados lamentablemente prevalecen altos niveles de desestabilización, desempleo, colosales desigualdades, lucro con la educación y salud, racismo, endeudamiento y servilismo a oligarquías e imperios que nada tienen que ver con el modelo de sociedad que construyen los cubanos para quienes la paz, soberanía, estabilidad y equidad, tienen sagrado significado.
De ahí la importancia de sustentar los principios básicos de la Revolución en las elecciones 2017-2018 en Cuba. A partir del próximo mes, en cada una de las áreas de residencia los vecinos tendrán la responsabilidad y el compromiso con la historia de proponer y seleccionar a los más conscientes y capaces, a los genuinos representantes de los intereses de la localidad.
Y con la sabiduría y sagacidad propia de los cubanos, siempre elegirán al mejor y digno de representarlos, al tiempo que también podrán rechazar a cualquier solapado oportunista que ose e intente erigirse como candidato, sin merecerlo.
No olvidar que el criminal bloqueo contra Cuba está vigente y que Estados Unidos sigue desembolsando millones de dólares a personas inescrupulosas y apátridas con el propósito de subvertir el orden en la Mayor de las Antillas, añoranza por más de 55 años de la mafia miamense, sus acólitos y asalariados.
A pesar de las desgastadas campañas mediáticas de Occidente contra el proceso electoral de la nación caribeña, es evidente el perfeccionamiento de su democracia, cada vez más participativa y popular, y con más del 95 porciento de asistencia de votantes a los Colegios Electorales.
Además, quien postula a los candidatos es el pueblo desde la base en asambleas meramente democráticas, es decir, los residentes de cada cuadra de la localidad formulan sus propuestas y la colectividad aprueba, y decide.
Los cubanos dirán una vez más presente ante la convocatoria a elecciones y reafirmarán desde las urnas su lealtad al legado imperecedero de Martí, Fidel y los héroes y mártires de la Patria.
Fuente: Tribuna de La Habana
Libertad de voto en Cuba: el delegado del PP debe ser 'defensor de las conquistas revolucionarias'
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