Activistas de derechos humanos en Francia se mostraron indignados por la participación en el desfile militar dedicado al Día nacional de Francia de las fuerzas armadas mexicanas, sobre las que -recuerdan- se cierne la sospecha de su implicación en violaciones de derechos humanos, en referencia a los recientes casos más sonados de Tlatlaya y Ayotzinapa.
El diario francés ‘Le Monde‘ publicó un artículo titulado ’14 de julio: El vergonzoso desfile del Ejército mexicano por los Campos Elíseos’ dedicado a la participación de centenares de militantes mexicanos que llegaron con el presidente Peña Nieto a la fiesta nacional francesa.
La presidenta de Amnistía Internacional (AI) en Francia, Geneviève Garrigos, dijo al diario que el presidente del país, Francois Hollande, debería recordarle a su homólogo mexicano que las violaciones de derechos humanos no puedan quedar impunes.
«La desaparición forzada, la tortura y las detenciones arbitrarias son práctica común entre las fuerzas de seguridad y la policía mexicanas», según denunció en declaraciones a ‘Le Monde’ la presidenta de AI Francia, haciendo alusión a numerosos casos de la violencia contra el pueblo mexicano por parte del Ejército.
En el segundo día de la visita de Enrique Peña Nieto a Francia una docena de manifestantes mexicanos y franceses protestaron contra la llegada del mandatario mexicano, al que muchos tacharon de «criminal».
La presidenta de Amnistía Internacional (AI) en Francia, Geneviève Garrigos, dijo al diario que el presidente del país, Francois Hollande, debería recordarle a su homólogo mexicano que las violaciones de derechos humanos no puedan quedar impunes.
«La desaparición forzada, la tortura y las detenciones arbitrarias son práctica común entre las fuerzas de seguridad y la policía mexicanas», según denunció en declaraciones a ‘Le Monde’ la presidenta de AI Francia, haciendo alusión a numerosos casos de la violencia contra el pueblo mexicano por parte del Ejército.
En el segundo día de la visita de Enrique Peña Nieto a Francia una docena de manifestantes mexicanos y franceses protestaron contra la llegada del mandatario mexicano, al que muchos tacharon de «criminal».
