Cada año en el pueblito cubano de La Bajada situado en la Penísula de Guanacahabibes, se produce un fenómeno inusual: la migración de los cangrejos asesinos.
Los habitantes, prevenidos por el ruido enloquecedor de las pinzas rojas escapan despavoridos, huyendo de la invasión que consume a su paso todo ser viviente.
Como se puede apreciar en estas fotos los cangrejos escalan las paredes y no temen las peligrosas acrobacias en el tendido eléctrico.
Localizada en el extremo occidental de la provincia esta localidad tiene los paísajes naturales mejor conservados de la región así como mas de 15 bellas playas en estado natural, magníficos fondos marinos y una rica fauna entre la que sobresalen las aves, mariposas, iguanas y venados y al igual que en el resto del país no existen animales o plantas peligrosos para el hombre.
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