Nos oponemos a la perpetua colonización de Puerto Rico
Algunos de nosotros que ya hemos comenzado a romper el silencio de la noche hemos encontrado que el llamado a hablar a menudo es una vocación de agonía, pero tenemos que hablar. Tenemos que hablar con toda la humildad que es apropiada para nuestra visión limitada, pero tenemos que hablar. Y debemos alegrarnos, seguramente esta es la primera vez en la historia reciente que un número significativo de puertorriqueños ha optado por ir más allá del patriotismo suave a los terrenos de una disidencia firme basada en los mandatos de la conciencia y la lectura de la historia. Tal vez está surgiendo un nuevo espíritu entre nosotros. Un espíritu español que siempre a estado presente entre nosotros, en algunos de manera obvia en otros de manera soterrada pero siempre presente.
Estos son los tiempos para opciones reales y no falsas. Estamos en el momento cuando nuestras vidas deben colocarse en la línea de si nuestra Isla va a sobrevivir a su propia insensatez política del eterno inmovilismo. Cada hombre de convicciones humanas debe decidir sobre la protesta que mejor adapte a sus convicciones, pero tenemos que movernos y protestar. Ahora nos enfrentamos con el hecho, mis amigos, que hoy es mañana. Nos enfrentamos con la feroz urgencia del ahora. Ahora vamos a comenzar. Ahora dediquémonos a la larga y amarga, pero hermosa, lucha por un mundo nuevo. Esta es nuestra vocación por y para Puerto Rico y muchos de nuestros hermanos esperan ansiosamente nuestras respuestas. Digamos que las probabilidades son demasiado grandes.
¿Les decimos que la lucha es muy difícil? Nuestro mensaje será que las fuerzas de la vida gringa atentan contra su llegada a ser hombres completos y libres, y enviamos nuestro más profundo pesar de continuar con el actual estatus quo. O ¿habrá otro mensaje — del anhelo, de esperanza y de solidaridad con sus anhelos, de compromiso con su causa, cueste lo que cueste? La elección es nuestra, y debemos elegir en este momento crucial de nuestra historia.
Si hacemos la elección correcta, seremos capaces de transformar esta situación auto dependiente con los gringos. Si hacemos la elección correcta, seremos capaces de transformar las discordias de nuestra sociedad en una hermosa sinfonía de hermandad. Si hacemos la elección correcta, seremos capaces de acelerar el día, en que la mayoría de Puerto Rico despierte de la apatía impuesta a la realidad de lo que somos (puertorriqueños y españoles), cuando esto suceda la justicia va a rodar hacia abajo como aguas y la rectitud como una poderosa corriente hacia la hermandad que nunca tubo que romperse por la fuerza de las armas y que separó a españoles de españoles.