Soy charro, soy gaucho,
y chalán y huaso y llanero,
mi poncho tiene aire de capa,
lo mismo de espadachín que de torero.
Soy la herencia hispana de América,
soy la estrella del rodeo;
soy la graciosa fuerza del fandango,
acoplando a las guitarras el rasgueo.
Soy el norte y el sur de las aspas
que sacaron a la Atlántida del enigma,
soy el que se bate el quijotesco cobre,
en la complejidad surrealista.
Yo soy el que va a quedar
entre el sol imperioso y la luna cautiva.
Yo soy el espíritu devoto y jacaresco.
Yo soy la lluvia y el desierto de la vida.