Atención a lo que hemos visto hace poco, que no es moco de pavo. Confirmada la escisión bolivariana, Íñigo Errejón se saca de la marca un nuevo partido a nivel nacional: Más País. Y aparece en público junto al PSOE, su sindicato UGT (sindicato del PSOE y del Estado) y Dilma Rousseff, la expresidente brasileña que, por lo visto, no ha tenido bastante con dejar su país hecho unos zorros que tiene que venir a España para seguir haciendo de las suyas.
Así las cosas, esto huele (o mejor dicho, apesta) a varios escenarios:
-La utilidad de Pablo Iglesias ya ha sido amortizada. A partir de ahora, es visto como ser demasiado ambicioso y maximalista. La condición de que su señora fuera vicepresidenta ha sido una de las gotas que ha colmado el vaso. Asimismo, esto le ha hecho demostrar nula «empatía»; algo de lo que buena parte de la izquierda, acostumbrada a cierta psicología cursi, no parece tolerar.
-El PSOE ha empezado su precampaña de frente y a hierro contra Pablo Iglesias. Y eso es por y para algo. De hecho, dicen las malas lenguas que Pedro Sánchez tiene un dossier preparado sobre trapos sucios de Iglesias.
Reiteramos: Eso es por y para algo; no es un cabreo puntual. El PSOE sabe canalizar sus objetivos muy bien.
-En varios países de nuestra América se ha creado la marca «Frente Amplio». En su día, Pablo Iglesias apoyó a Verónika Mendoza en Perú, la indigenista medio francesa. Pero Verónika todavía no ha tocado el poder. Todavía… Quien sí lo tocó fue el uruguayo José Mújica, el que como Dilma, viene del terrorismo reciclado. Con su vitola de «sencillo» y «buena gente», se le creó una imagen que nada tiene que ver con la realidad. Pero que da mucho rédito político y mucho margen para estar años y años moldeando la política a través de la cultura; que es el objetivo de Errejón al estilo de Gramsci y la Escuela de Frankfurt. Podría decirse lo mismo de Monedero, pero a éste le puede el ego, la pedantería amanerada y la «imagen radical»; aparte que ya no tiene mucho más que decir/aportar.
-Errejón, como Iglesias, no sabe más «trabajo» que el enchufismo universitario. Complutense, especificando más. Pero esta vez Errejón parece haber estado algo más astuto. Pero no por ello es un «moderado». Es igual o peor. Y yo diría que peor, porque al menos a Iglesias se le ve venir.
-Y sea como fuere, se confirma la «latinoamericanización» de España en el más amplio y negativo sentido político que pueda pensarse. No tenemos muchos motivos para ir de chulos frente al otro lado del charco. No sé si alguna vez lo tuvimos, de hecho.
Y así las cosas, vayámonos preparando, porque el PSOE se ha sacado un as de la manga que nadie se esperaba. Ya avisaba un servidor que no había que subestimar a Pedro Sánchez (1).
De todas formas, ahora vendrá otra disyuntiva: ¿Utilizará Sánchez a Errejón o Errejón a Sánchez? No lo sé, pero el PSOE no está acostumbrado a hacer prisioneros; así que apretémonos los cinturones entre unos y otros.
NOTA
(1) Recuérdese: