Compañeras y compañeros
Miembros del cuerpo consular acreditados en el Estado español.
Todas y todos somos testigos, y en gran mayoría directos, de las conquistas sociales creadas y desarrolladas durante estos 59 años, por el proceso socialista cubano. Mientras la gran prensa capitalista, instrumento fundamental de tergiversación de la realidad de los pueblos, pululaba al compás del guión del Tío Sam el fin de la Revolución con cada hecho que tergiversaban o manipulaban, omitiendo la realidad del pueblo cubano, Cuba se erigía orgullosa de su firmeza, digna de sus sacrificios por construir una alternativa soberana y con políticas de emancipación que ponen al ser humano como centro fundamental de los objetivos planteados.
La constante política de agresiones de las diversas administraciones de Estados Unidos han culminado sus períodos de mandato en el total fracaso de intentar derrocar la Revolución cubana, muy a pesar de utilizar todo tipo de mezquinas agresiones militares, biológicas, diplomáticas, psicológicas, propagandísticas o económicas para ahogar y aislar a Cuba; como también siguen fracasando en el uso de mercenarios dentro o fuera del país, los cuales se descubren a sí mismos por sus actitudes oportunistas y miserables.
Ni Girón, ni los bandidos en el Escambray, ni los atentados a objetivos económicos, ni la incitación a la emigración ilegal y al violento secuestro de aeronaves o embarcaciones, ni el bloqueo, ni la contrarrevolución, ni la natural partida física de Fidel le ha podido mínimamente manchar o restar tono al innato color verde olivo que lleva en el corazón el pueblo cubano y su Revolución socialista. NUESTRO PUEBLO Y REVOLUCIÓN, también. Todo lo contrario, la constitución de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, este 19 de abril de 2018, con la elección del compañero Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez como Presidente del Consejo de Estado y de Ministros, así como otros cargos de gobierno, pone nuevamente frente a los ojos del imperialismo que Cuba sigue su camino, que el pueblo tiene una alta consciencia política y no hay traición posible.
También somos testigos de la arremetida imperialista contra pueblos hermanos. El manual de guerra no convencional está puesto en práctica con sordidez, imponiéndole a los pueblos de Nuestra América otra oleada de gobiernos serviles, oligárquicos, entreguistas. Paraguay, Honduras, Brasil y la Argentina están afrontando una realidad cruda de desigualdades, represión y despojos de derechos. Hoy en día, con gran indignación, vemos la arremetida contra la República Bolivariana de Venezuela y la Revolución Sandinista de Nicaragua. En ambos países se está utilizando un mismo esquema que le facilite la comidilla de mentiras a la prensa sensacionalista y amarillista y, con ello, la posible intervención militar con mascarilla de “humanitaria”.
Habría que preguntar, del Caribe, a Panamá, Haití o a Granada qué beneficios les trajo la intervención yanqui, que no sea un estatus neocolonialista. Solo hay que mirar a Puerto Rico.
Cabe también la pregunta sobre qué beneficios trajo a países de América del Sur los cambios a gobiernos derechistas, apoyados y asesorados por la CIA, que no sea de convertirse en instrumentos serviles de agresión y política sucia.
Todo lo anterior, sin olvidar, que el imperialismo utiliza y apoya a quienes se rigen por sus dictados; como EEUU y potencias europeas apoyan a Arabia Saudí en su agresión a Yemen o de Israel contra Palestina, Siria e Irán (objetivos estratégicos también de EEUU).
Por todo lo que la Revolución cubana ha podido forjar en nosotros, hijas e hijos del proceso socialista de nuestra Patria, consideramos que el aporte que damos con este V Encuentro, en Gran Canarias, reafirma:
1. Nuestro orgullo de ser, también, herederas y herederos del legado construido por la pléyade de heroínas y héroes de la historia de Cuba, así como de la Generación del Centenario, quienes fueron fuente fundamental para cristalizar la identidad revolucionaria del pueblo cubano. NUESTRA IDENTIDAD.
2. Que todas nuestras acciones irán encaminadas al rechazo de toda actitud o tendencia reformista, neocolonial o entreguista que atente contra la soberanía y el derecho de autodeterminación del pueblo cubano a trazar su propio camino.
3. Mantenemos nuestra firme exigencia del cese del ilegal y genocida bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por los gobiernos de EEUU contra el pueblo cubano por medio siglo.
4. Exigimos el cierre inmediato de la Base Naval de Guantánamo y la devolución de esa porción de territorio usurpado a su verdadero dueño: el pueblo de Cuba.
5. Independientemente que, por diversos motivos, nuestro presente sea residir en el exterior, nos sumamos a la máxima martiana “Mudar de tierra no es mudar de alma”; por lo que luchamos por construir un mundo más humanista, solidario, respetuoso y, sobre todo, antiimperialista.
6. Nuestra más firme y enérgica condena a las agresiones imperialistas y el financiamiento a grupúsculos violentos de oposición en Venezuela y Nicaragua. Damos nuestro apoyo a esos pueblos y la construcción de sus proyectos socialistas.
7. Nuestra tácita condena a la guerra de rapiña que EEUU y gobiernos europeos llevan a cabo contra Siria y que también proyectan llevar contra Irán. También condenamos la masacre que el régimen sionista de Israel lleva a cabo contra el pueblo palestino, en clara maniobra de limpieza étnica para seguir expoliando territorios pertenecientes al pueblo de Palestina.
8. Y por todo lo anterior expuesto, manifestamos nuestra total identificación con el proyecto social y político socialista cubano que comenzó desde enero de 1959, con el triunfo de la Revolución liderada por el Comandante Fidel Castro Ruz.
Por tanto, extendemos al soberano pueblo y gobierno de Cuba, que las asociaciones que integramos la Federación de Asociaciones de Cubanos Residentes en España (FACRE) seguiremos trabajando por la defensa de la Patria y sus valores históricos y revolucionarios.
Al presidente y compañero Miguel Mario Díaz Canel Bermúdez le extendemos nuestro total apoyo y éxitos en sus gestiones.
A los pueblos hermanos del mundo, que también cuentan con nuestra solidaridad incondicional.
Cuba es un indiscutible faro de dignidad para los pueblos del mundo y todas y todos los presentes tenemos un compromiso impostergable, con todo esfuerzo a nuestro alcance, en seguir defendiendo que nuestra insignia continúe en el presente y en el futuro, como lo ha hecho desde enero de 1959, ondeando con entera libertad en nuestra Patria.
Nuestra trinchera es esta y la mantendremos con una sola consigna:
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!