Decíamos ayer que el «Orgullo Gay» de Madrid se había olvidado de Cuba:
Pues no sólo de olvidarse de cómo la policía castrista golpea a los homosexuales (a los que el mismo régimen metía en campos de trabajo con la atenta supervisión del Che) viven estos manipuladores, sino también de chantajear antes de agredir. Parece que ante tales agresiones, las dizque «feministas» no aparecen, como no aparecen ante las muchas «manadas» de violadores de extranjeros que pululan por España; como no aparecen cuando los separatistas catalanes golpean mujeres; en fin, como no aparecen nunca que no convenga a su subvencionada tajada ideológica. Y al final, es al contrario: No hay más que abrir las redes sociales para ver cómo las autodenominadas feministas justifican las agresiones a mujeres en muchos casos. No sabemos si antes o después de hacerse la foto con las dizque feministas que se empoderan con el hiyab islámico, rizando el rizo del esperpento.
Les mostramos un enlace de cómo se las gasta el chavismo arcoiris:
Lo dicho: Una cosa es discrepar, y otra es agredir y justificarlo. Que desde el ministro Marlaska se esté justificando esto es preocupante. Cosas de una dictadura de facto.
