Ilustración: «Carlos II con armadura» de Carreño de Miranda y radiografía de la obra. Museo Nacional del Prado
Madrid, 3 de julio de 2020.
Querida Ofelia:
En el año 1975 entra en funcionamiento la instalación radiactiva del Museo del Prado con el objetivo de aplicar los métodos científicos y en concreto la técnica radiográfica, al estudio de las obras de arte de la colección. Ya desde sus inicios se establece que el trabajo no debe limitarse a la obtención de los documentos, sino que debe ir más allá, especializándose en la interpretación de los resultados y comprometiéndose a la publicación de las conclusiones para difundir el conocimiento del patrimonio español.
Desde entonces la radiografía se ha convertido en una herramienta indispensable en el estudio de las pinturas, esculturas, marcos y objetos de arte del Museo. Esta técnica revela lo que el ojo no ve y muestra el interior de las obras, aportando una información de gran valor tanto de la fabricación de los soportes, las modificaciones durante el proceso pictórico, el estado de conservación de las piezas, como de los materiales y procedimientos empleados por los artistas.
La primera obra analizada con esta técnica fue El Descendimiento de Rogier van der Weyden. Gracias a su estudio se obtuvo información esencial de la estructura original del soporte que formado por 11 tableros verticales de madera de roble unidos a artista viva y con espigas en las juntas, responde a la tipología propia de la escuela flamenca del siglo XV.
La Virgen y las ánimas del Purgatorio de Pedro Machuca, el retrato del rey Carlos II a edad adulta de Carreño de Miranda, La Magdalena penitente de Juan de Mena, El cazador cargando la escopeta de Goya y Judith en el banquete de Holofernes son algunas de las obras que podrán verse a través de rayos X.
Un gran abrazo desde nuestra querida y culta Madrid, Félix José Hernández.