Recordando a José Ramón Morales

En la entrevista que me hizo hace poco el amigo Ferrán Núñez:

ambos departimos -entre otros- de José Ramón Morales QEPD. Tanto Ferrán como yo, así como el amigo Iván Arrache de Puerto Rico, consideramos a José Ramón Morales un precursor. No sólo se atrevió a pergeñar la propuesta política reintegradora/reunificacionista/autonomista de Cuba para con España (extendiéndose luego a un mensaje hispanista integral), sino que se atrevió a las claras a estudiar y expresar la historia nunca contada de Cuba, contra la leyenda rosa de una «independencia» que nunca fue tal. Entre el continente, las Antillas y la Península e islas adyacentes hemos tenido doscientos años de soledad donde sólo se le he dado voz y voto a una «leyenda rosa independentista» que luego se prolongó a Cuba. Así, José Ramón Morales fue incómodo para tirios y troyanos; no sólo lo fue para la dictadura castrista, de la que se exilió; sino también para buena parte de ese exilio que nunca se puso a reparar en la Historia tal y como fue. Un incomprendido; como todos los genios, al fin y al cabo.

Dice el refrán que arrieritos somos y en el camino nos encontraremos. Así nos hemos encontrado Ferrán y yo; y algún día nos encontraremos con Iván y compañía; y así, Ferrán recoge este hermoso testigo y así nos embarcamos en este diario de Españoles de Cuba viento en popa a toda vela, y que sea lo que Dios quiera. Y a los años, no podemos sino seguir rogando por su eterno descanso y reproducir aquello que escribí cuando supe de su muerte.

Pronto le haremos un nuevo homenaje. Todo a su tiempo.

«Conocí a José Ramón Morales hace unos años a través de internet. Su proyecto de una Cuba reintegrada en España como comunidad autónoma me pareció tan sorprendente como agradable. Bien sabe Dios que soy radicalmente contrario a esas taifas caciquiles llamadas comunidades autónomas, pero mirándolo bien, acaso ese modelo podría servir para reintegrar a las antiguas provincias ultramarinas que fueron separadas a la fuerza. Y eso lo sabía José Ramón; él sabía que sin la intervención estadounidense los separatistas (Quienes en su mayoría en verdad eran partidarios de ser anexionados a los Estados Unidos), nunca populares del todo, hubieran perdido la guerra. Así como Puerto Rico no tuvo ni guerra siquiera, porque nunca quiso separarse de España. Podrá sonar a utopía, pero si no se lucha por los sueños, entonces, ¿qué realidad se espera? Así también lo entendió el amigo Félix Della Costa, de la editorial argentina Nueva Hispanidad, quien me propuso escribir sobre el asunto cuando lo conoció. Y es que no en vano él es otro eslabón de unidad entre los hispanos de uno y otro lado del Atlántico.

Cierto es que podía tener diferencias ideológicas con el amigo antillano, pero no es menos cierto que ello no era obstáculo para que nos uniera una simpatía y una colaboración por un ideal hispanista que está por encima de las aparentes diferencias. Todo el que le conoció ha sabido de su generosidad y disposición. Mismamente a mí me hizo propaganda de mi novela “Pasión Llanera” (Ed. Círculo Rojo, 2011), que está ambientada en los Llanos de Venezuela; porque él apoyaba todas las iniciativas culturales que unieran lo español y lo americano.

Interesó a gente de muy diversas tendencias políticas. Fue criticado ferozmente por los de siempre, por los de allá y por los de acá. Pero nunca se amilanó, al contrario. Cada día era una batalla constante por la ansiada reunificación. Como tantos cubanos (De sangre y querencia española), conoció la amargura del exilio por culpa del comunismo hereditario de los Castro, esa terrible tiranía que ha destrozado la vida de no sé cuántas generaciones de nuestros hermanos caribeños. Ya saben: Igualdad en la miseria. Y José Ramón. desde la lejanía de su patria chica, suspiraba por la patria grande, por la que nunca tenía que haber desaparecido.

 Hace tiempo avisó de que un maldito cáncer le estaba dando problemas, pero que él iba a resistir, como resistía como atalaya mediática y punto de encuentro de hispanos por derecho, hispanos que del pasado al futuro se identificaban. Pero por desgracia, la enfermedad se lo llevó por delante. Hacía tiempo que no me comunicaba con él, y resulta que fortuitamente me enteré de la fatídica noticia(*): José Ramón Morales, un hombre cabal, un hombre bueno, aquel tipo afable y culto con el que tantas veces me había escrito, había dejado esta vida. Un hombre bueno nos ha dejado. Así las cosas, valgan estos versos como un homenaje a su memoria, como un homenaje a la bandera por la que lucharon tantos hispanoamericanos –mientras en España se les olvida y hasta se les insulta-; para que feliz su recuerdo sea un estímulo hacia un mejor futuro ante estas horas tan bajas.

  A JOSÉ RAMÓN MORALES

Durante meses he escuchado,
al mar silbando un lamento,
que no podía o no sabía identificar,
y era preludio de un tormento.

De una noticia pésima,
de una noticia mala,terrible,
que me inundó,
con tono azul caribe.

José Ramón Morales,
el valiente de la Cuba Española,
contra el cáncer batalló,
mas le llegó la hora.

El que nos recordó que nunca,
dejamos de ser hermanos,
y que de no ser por la invasión extranjera,
lo español seguiría incluyendo lo cubano.

El que nos trazó en la realidad un sueño,
como un proyecto sinceramente fraternal,
enfrentándose a tirios y troyanos,
por el más noble ideal.

Plantó una semilla justa y necesaria,
refrescó una idea de luz y amor,
entregando su brillante intelecto,
al deber, la libertad y el honor.

En fin, de la guaracha a la guajira,
yo te lloro, mi querido amigo,
y mirando al cielo te prometo,
que tu memoria no caerá en el olvido.

Algún día se han de reencontrar las Españas,
y tu estrella, como el sol brillará,
y todos corearemos tu nombre,
y el océano de nuevo sonreirá. «

 (*) http://cspeinado.blogspot.com/2012/06/jose-ramon-morales-in-memoriam.html

-Enlace original: http://www.dignidaddigital.com/noticia/jose-ramon-morales-un-hombre-bueno-23791.html

 

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