Nuevos limosneros cubanos

El eco de las promesas de ayuda a la comunidad canaria en Cuba lanzadas por las Instituciones públicas canarias se han perdido en algún punto entre los 6.000 kilómetros de Océano Atlántico en los últimos años. Zozobró el apoyo desde las Islas con la crisis, pero ese olvido institucional no ha doblegado «el orgullo de ser canarios» de los que aún sobreviven al tiempo en Cuba y de sus descendientes.
La Asociación Canaria de Cuba Leonor Pérez Cabrera, con su presidente al frente, Carmelo González Acosta –Las Palmas de Gran Canaria, 1933), se ha convertido allí en el hormigón armado que ha impedido que el puente de la canariedad se derrumbe. Pero sostenerlo, advierte, «requiere de recursos con los que no contamos». A sus 83 años –66 de ellos en Cuba– le sobran fuerzas y razones para viajar hasta su tierra natal, Canarias, para combatir el olvido de las administraciones públicas que reciben los emigrantes que con su trabajo –sobre todo en la década de 1930–, «ayudaron a sostener la economía del Archipiélago».
González, también presidente del Consejo de Residentes Españoles de Cuba, se entrevistó el pasado viernes en Tenerife con el viceconsejero de Acción Exterior, Pedro Rodríguez Zaragoza, con dos objetivos. Uno más inmediato. El de coordinar con el Gobierno canario el festival artístico La Huella de España que se desarrollará entre el 3 y el 9 de abril, y en el que canarias tendrá un especial protagonismo, «con el apoyo del ejecutivo regional».
Pero a este propósito inmediato se añade otro de más largo recorrido. Recuperar el apoyo de la Administración de la Comunidad hacia quienes llevan la sangre canaria en las venas, ahora que los vientos de cola de la economía canaria arrastran el barco del crecimiento.
Las ayudas –prácticamente inexistentes– son «fundamentales» para garantizar la supervivencia de los programas que desarrolla  la Casa de Canarias en Cuba, como el que permite llevar cada día a los mayores canarios con más dificultades a la sede de la Asociación, en La Habana, o a algunas de las 14 casas que suma en la Isla, donde reciben atención sociosanitaria. También demanda apoyo la Asociación para el mantenimiento de los edificios en los que desarrollan esta labor

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