Hace años que el periodista venezolano David Plácer escribió «Los brujos de Chávez», toda una monumental recopilación sobre la influencia de la brujería en el mismo Chávez y en todo su entorno, y en cómo todo este ambiente de santería y babalaos actuaba directamente en política y fue utilizado por Fidel Castro para manejar a Chávez a su antojo. Ahora Plácer vuelve a la carga con «Los demonios del dictador», sobre la mezcolanza espiritual presente en Nicolás Maduro y sus secuaces, toda una secuencia tragicómica de realismo mágico sangriento que sigue emponzoñando no sólo Venezuela, sino buena parte de nuestra América y también España.
David Plácer, por cierto, es venezolano hijo de españoles, y como tantos otros hijos de aquel país que hasta hace relativamente poco fue sinónimo de oportunidad, tuvo que establecerse en la tierra de sus antepasados. Mas cuando en España, la «superioridad moral oficial» habla de «refugiados», nunca piensa en las víctimas de los regímenes del «socialismo del siglo XXI» de los países con los que compartimos cultura y hasta sangre. Ni tan siquiera piensan en los muchos españoles que estando en el extranjero con muy pocos derechos, no puede volver todavía a su país. Cosas de las sensibilidades selectivas…
No deja de ser curioso, asimismo, que los rabiosos y numerosos castrochavistas españoles, en teoría ateos; sin embargo, pasen por alto este tipo de prácticas; y tampoco sus adláteres animalistas parecen rebelarse contra el sacrificio de animales que hay en este tipo de rituales. Reiteramos: Sensibilidades selectivas…
Les dejamos algunas muestras de los trabajos de Plácer:
