Antes de que entren en vigor leyes todavía más represoras/censoras que las actuales, me permito el lujo de publicar un dato que no gustará a la pseudomemoria histérica del 78, y es cómo Federico Mayor Zaragoza, palmero de la UNESCO y obsesionado con la catedral de Córdoba (la que asimismo fue basílica cristiana mucho antes que los omeyas llegaran), entre otros, no sólo no fue reprimido por el franquismo, sino todo lo contrario. «Curiosamente», por aquella época, el F.C. Barcelona, esto es, el equipo que se fundó como club de extranjeros en 1899, adoptando los colores del cantón suizo de Hans Gamper y donde no jugaba ni un catalán (en el año 1900, los catalanes futboleros fundarían el Español), obsequiaba a Franco con medallas, las dos que tuvo el general fueron en los años 70; entre otras cosas, agradeciéndole el perdón de una deuda. Anunciado a bombo y platillo por el periódico del conde de Godó que por aquel entonces se hacía llamar «La Vanguardia Española».
Como supuestos «elementos contestatarios», ni Mayor Zaragoza, ni el Barcelona, ni muchísimos otros tienen «pedigree» alguno que ladrar. Todo lo contrario. Tal vez por eso unos y otros tienen tanto interés en radicalizar más la censura de esta dictadura de facto.
De hecho, muy pronto me puede caer cárcel (o exilio) no ya por «opinar», sino por contrastar datos. Pero bueno…